Cultura

Adiós a la voz de Vladislav, el jotero del Ejército Rojo que triunfó con La Dolores

El mítico Coro de las fuerzas armadas rusas causó sensación en internet tras incorporar la jota en su repertorio

Zaragoza Actualizado: Guardar
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La jota ha perdido una voz inesperada. Vladislav, el cantante ruso que se hizo famoso con su particular versión de La Dolores, ha fallecido esta madrugada en el avión siniestrado en el Mar Negro. El solista han perdido la vida en el accidente del TU-154 junto a 64 miembros del coro del Ejército Rojo.

La Dolores ha sido fuente de inspiración para artistas de numerosas disciplinas. Con el paso de los años, la copla dio pie a obras dramáticas, a versos, a películas y, por supuesto, a la popular jota que se tornó en zarzuela.

Y fue precisamente de la zarzuela de La Dolores de la que el también mítico Coro del Ejército Rojo extrajo una de sus piezas para incorporarla a su repertorio.

El encargado de cantarla, con entusiasmo y bravura, se llamaba Vladislav Golikov. El fallecido fue uno de los solistas de este apreciado coro de las fuerzas armadas rusas y su interpretación de la jota en cuestión sigue corriendo por internet como la pólvora desde hace unas semanas. En youtube suma ya más de 170.000 visualizaciones.

Vladislav se esmera en el vídeo en cantar «Aragón la más famosa», jota extraída de la zarzuela de La Dolores siguiendo la versión que hizo el compositor ruso Mikhail Ivanovich Glinka (1804-1857). Glinka visitó y recorrió España. Se enamoró de su música popular y la incorporó a sus creaciones. El resultado de uno de sus trabajos es esta versión de «Aragón la más famosa» a la que puso voz Vladislav, enfundado en su uniforme del Ejército ruso.

Su cultivado vozarrón se entregó a la jota con tal empeño que tampoco falta el contoneo de su figura sobre el escenario conforme va cantando la pieza. En el vídeo le pone ímpetu y entusiasmo, aunque -lógico- la vocalización le cuesta -no puede evitar que se le deslice la doble erre en el 'Arragón' de su jota-.

La versión fue toda una novedad y todo un empuje exterior a la cultura aragonesa. Que el Coro del Ejército Rojo incorporara esta pieza es un espaldarazo más, en el extranjero, a la veterana tradición jotera. Eso sí, con versión instrumental adaptada en la que, por no faltar, no falta ni el acordeón tan propia de la música rusa y en este caso puesta al servicio de la jota.

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