Los Amantes de Teruel protagonizan la nueva novela histórica de Magdalena Lasala

Los Amantes de Teruel, su trágica historia de amor convertida en leyenda pero sustentada en hechos históricos reales, protagonizan la nueva novela histórica de la escritora Magdalena Lasala. «El beso que no te di», que acaba de estrenarse en las librerías la última semana, reconstruye de forma novelada aquella historia de amor en el Teruel del siglo XIII.

La propia Magdalena Lasala presentará este nuevo libro en la capital turolense este jueves, dentro de los actos programados para todo este año por el Ayuntamiento de Teruel con motivo del 800 aniversario de los Amantes de Teruel, Isabel de Segura y Diego de Marcilla.

Editado por La Esfera de los Libros, Lasala cuenta en esta novela quiénes fueron realmente estos dos turolenses, de qué familias procedían, cómo era el Teruel de la época y qué sucedía en el siglo XIII que les tocó vivir, en una recreación histórica llena de detalles.

Isabel de Segura era la única hija de una noble familia de la villa, mientras que él era un simple segundón que no podía aspirar a contraer matrimonio con su amada. Por eso, tras llegar a un pacto con Isabel, decidió marcharse a la guerra, en busca de fortuna, un título o simplemente para conseguir el prestigio que le convirtiera en digno esposo de Isabel de Segura. Ambos juraron esperarse cinco años.

Cinco años y un día después de su partida, Diego regresó a Teruel con una gran fortuna dispuesto a casarse con la mujer que le robaba el sueño. A su regreso, se encontró la villa completamente engalanada, celebrando precisamente la boda de Isabel. Decidió entonces colarse en la habitación nupcial de los recién casados y pedirle un beso a Isabel. Ésta se negó, acababa de jurar fidelidad a otro hombre. Tras escuchar la negativa, Diego cayó desplomado, murió de amor.

Al día siguiente toda la ciudad acudió a despedirlo en su funeral. Cuenta la leyenda que, antes de comenzar la misa, una mujer se acercó al difunto, le abrazó y le dio el beso que le había negado en vida. En ese momento, Isabel también murió. Fueron enterrados juntos y así consiguieron su objetivo: permanecer juntos eternamente. Hoy en día, su mausoleo es visitado por miles de turistas al año.