Curri Valenzuela - Chispas

Si pierde el Estado, pierde Rajoy

Parte de la ciudadanía no entiende por qué los personajes a los que el PP ha acusado de dar un golpe de Estado siguen durmiendo en sus camas

Curri Valenzuela

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El Estado español se la juega hoy en Cataluña. Partidarios en esa tierra del sí en el referéndum o de abstenerse son conscientes, como el resto de los ciudadanos de este país, de que si varios millones de electores logran votar, aunque sea con papeletas caseras en urnas de plástico, los independentistas habrán conseguido una victoria moral que ningún tribunal conseguirá arrebatarles.

En ese caso seguirá en peligro la unidad de España. Y políticamente el Gobierno en general, en particular su presidente, pagarán los platos rotos por su fracaso en evitar la consulta aunque su celebración y sus posteriores consecuencias sean declarados nulos. A la hora de sacar conclusiones de la derrota habrá que exculpar a los jueces y fiscales que, pese a algunas dudas iniciales, han cumplido con el papel de actuar en la primera línea contra la ofensiva secesionista. O a los cerca de 20.000 agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil que han recibido órdenes de dejarse abuchear o maltratar sin revolverse contra sus agresores. También quedarán impunes de críticas los partidos constitucionalistas que han apoyado al Gobierno en las últimas semanas. A Cs no se le puede poner un «pero» y del PSOE se debe decir que, aunque el apoyo se prestó de mala gana y con la esperanza de que esta crisis se lleve tan por delante a Rajoy como a Puigdemont , Sánchez solo ha abierto la boca para colocarse en posición de pole para negociar con los nacionalistas. Que se haya pasado varias semanas sin criticar al presidente del Gobierno ya es de nota.

Con su estrategia antireferendum Rajoy ha dejado perplejos a esos ciudadanos que ayer se manifestaron en pueblos y ciudades y que hoy tienen colgadas banderas de España en sus balcones. Especialmente a buena parte de sus votantes, que no entienden por qué el Gobierno ha renunciado a difundir sus mensajes en pro de la unidad de España. O por qué los personajes a los que el PP ha acusado de dar un golpe de Estado siguen durmiendo en sus camas , ni por qué los ministros han tenido prohibido hablar del tema; el envío de policías a Cataluña se tuvo que hacer improvisadamente y el Ejecutivo no ha tenido sobre la mesa ningún plan B por si los catalanes votan hoy en contra del Estado. Y de Rajoy.

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