Sánchez pide la dimisión de Rajoy e Iglesias le aprieta con otra moción

El día en que Mariano Rajoy declaraba como testigo por el caso Gürtel, Pedro Sánchez y Pablo iglesias fueron capaces de atraer para sí el foco a cuenta de su falta de coordinación en la respuesta política. Así, la «interlocución preferente» entre PSOE y Podemos sigue dando muestras de su limitado alcance.

Comparecía primero en el Congreso de los Diputados el líder de Podemos para asegurar que llamaría esa misma tarde a Pedro Sánchez para proponerle forzar juntos la comparecencia del jefe del Ejecutivo de manera urgente ante el Pleno del Congreso y trabajar juntos para expulsar al PP del Gobierno. España se encuentra en una «situación democrática excepcional» y es «obligación» de la oposición tomar medidas, aseguró.

«No concibo que no esté de acuerdo», abundó en referencia a Sánchez y la propuesta de moción de censura. En la comparecencia de Sánchez, en forma de una declaración sin preguntas, no se habló en ningún caso de moción de censura. Sí permitió en última instancia que se le hiciese una única pregunta. Se le cuestionó por si apoyaría la propuesta de Iglesias y el líder socialista se limitó a decir que «el PSOE define sus estrategias como líder de la oposición».

«El coste reputacional»

Una comparecencia de Rajoy en el Pleno no es nada que los socialistas descarten de pleno, pero en primer término quisieron desembarazarse de un nuevo intento de tutelaje por parte de Podemos. A lo largo de la tarde de ayer ambos líderes intercambiaron algunos mensajes y quedaron en hablar a lo largo del día de hoy.

Iglesias aseguró que respetará los tiempos y la estrategia del PSOE pero también advirtió a Ferraz que «a esta gente no se la echa pidiendo dimisiones. A Rajoy ni con agua caliente lo sacan, para eso tenemos que ponernos de acuerdo y sacar adelante una moción de censura». Mientras convence o no a Sánchez para esta operación, el paso más inmediato es la exigencia de esa comparecencia en el Congreso. Si el líder socialista accede, Rajoy estará probablemente obligado a acudir. De hecho, el portavoz económico del PDeCAT, Ferrán Bel, coincidió ayer con Iglesias al considerar «absolutamente imprescindible» que Rajoy sea llamado al Congreso «de forma inmediata» para que ofrezca explicaciones políticas «sobre lo que no ha dicho». ERC apoyará también esta vía, que sería mayoritaria con el concurso del PSOE. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, estaría obligada a convocar un Pleno extraordinario, aunque sería ella la única con potestad para fijar la fecha.