Rajoy llama a Peña Nieto para darle su apoyo en la crisis abierta por Trump en México

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, llamó esta tarde por teléfono al presidente de México, Enrique Peña Nieto, con quien acordó «aunar esfuerzos en favor de un arreglo justo, sensato y razonable que permita superar la actual coyuntura», en referencia a la crisis abierta por las primeras medias adoptadas por el presidente estadounidense, Donald Trump, según indicaron a ABC fuentes gubernamentales.

Rajoy se interesó por los planes de Peña Nieto para abordar la «compleja situación» creada, y ambas coincidieron en la necesidad de mantener las buenas relaciones de vecindad entre México y Estados Unidos.

El martes, el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, también mantuvo una conversación telefónica con su colega mexicano, Luis Videgaray, para transmitirle la disposición de España a ayudar en el contencioso abierto tras la decisión del presidente del Estados Unidos, Donald Trump, de levantar un muro en la frontera con México, según indicaron a ABC fuentes diplomáticas.

Videgaray, según las mismas fuentes, agradeció el ofrecimiento de España y señaló que habrá una respuesta al mismo, por parte de México, que está recibiendo la solidaridad de todos los países iberoamericanos.

Por la mañana, en la sesión de control al Gobierno en el Pleno del Congreso de los Diputados, Dastis dejó abierta la puerta a la posibilidad de que los países iberoamericanos celebraran una reunión extraordinaria en apoyo de México, si el Gobierno de Peña Nieto lo pide.

El ministro dijo que el Gobierno está «en contacto con México para que, si es necesario se convoque» esa reunión y manifestó su «apoyo incondicional a México desde el primer momento». Al propio tiempo expresó su «desacuerdo» con las medidas proteccionistas y aquellas que supongan una posición "discriminatoria y denigrante» hacia los inmigrantes.

Dastis respondía así las demandas del diputado socialista Eduardo Madina de que el Ejecutivo abandone «la política del apaciguamiento» y adopte una posición «sólida» ante las nuevas medidas de «apartheid» contra lo hispano y los refugiados que representan las primeras decisiones de Trump.

Insistió el ministro en que la posición de España en materia de inmigración pasa por la defensa de un flujo ordenado fruto de acuerdos con países de origen y tránsito y ha confiado en que esta política sea «la que se acabe imponiendo entre EEUU y México».