Fernando Martínez-Maíllo
Fernando Martínez-Maíllo - EFE

PP: «Proponemos una abstención activa con acuerdos de gobierno»

Para el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maíllo, los socialistas tienen «la obligación» de colaborar en la gobernabilidad

MADRID Actualizado: Guardar
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El PP se encuentra en una encrucijada: pese a haber sido la fuerza más votada y el partido con más escaños, no podrá formar gobierno si no cuenta con la colaboración de otras fuerzas. Paradójicamente, resulta fundamental tener el apoyo del PSOE, cuyo líder, Pedro Sánchez, llamó «indecente» a Mariano Rajoy. En la cúpula popular tienen claro que esas cuestiones, aunque aún escuezan, «hay que dejarlas de lado por el interés deEspaña», como explica a ABC el vicesecretario de Organización popular, Fernando Martínez-Maíllo.

Para este dirigente popular, el objetivo del PP tras las elecciones del 20-D –y a la vista de los resultados, que obligan a buscar un delicado equilibrio entre fuerzas políticas diferentes– es «buscar la estabilidad».

Esta es la palabra clave, porque de ella depende, opinan en Génova, la evolución del país. Por eso propone a otros partidos una «abstención activa» que incluya compromisos sobre temas básicos.

A la hora de buscar ese gran pacto necesario para alcanzar un gobierno estable, el PP mira a aquellos otros partidos «que tienen bases programáticas esenciales parecidas a las nuestras» en puntos fundamentales como «la unidad de España, la defensa de la igualdad de derechos de los españoles, la apuesta por una Europa fuerte o la lucha contra el terrorismo». Y esa combinación sólo lleva en este momento hasta tres grandes fuerzas políticas: «PP, PSOE y Ciudadanos».

Distancia «abismal»

A ellos podrían unirse «tal vez algunas otras fuerzas minoritarias», pero de «entre los grandes partidos», no hay más opciones, dado que «con la cuarta, Podemos, la distancia es abismal; hay demasiadas diferencias».

Habría muchas fórmulas para alcanzar este acuerdo a tres, y Martínez-Maíllo apunta algunas: una abstención simple, un acuerdo de gobierno, uno de investidura, o lo que él llama «una abstención activa, o proactiva», que fuera acompañada de «acuerdos para hacer cosas en el futuro entre todos los partidos». Por ejemplo, con «un programa de gobierno con cuatro o cinco cuestiones importantes que afrontar», porque «hay asuntos que se pueden negociar», insiste.

El líder socialista entró en La Moncloa con el «no» por delante

El problema con que se ha enfrentado el PP hasta ahora ha sido la irreductible negativa del PSOE a escuchar siquiera su planteamiento. El primer encuentro conocido entre Rajoy y Sánchez tras las elecciones, el 23 de diciembre en el Palacio de La Moncloa, no pudo ser más frustrante para el PP: el socialista entró con el «no» por delante. Los populares no entienden la actitud del socialista, ni que ignore los puentes que le tienden. «No ha habido fracaso del diálogo, sino un postura previa contra el diálogo», protestan.

Pero a la hasta ahora infranqueable negativa socialista, los populares oponen su tenacidad: «Vamos a insistir en proponer ese pacto; no nos vamos a cansar; Rajoy optará a la presidencia del Gobierno, tiene la legitimidad que le dan las urnas», señala el dirigente popular, que además añade: «Creemos que lo mejor para España es la estabilidad» que proporcionaría un gobierno con un apoyo amplísimo –de más de 250 diputados–; un auténtico «tanque» a los ojos de la Unión Europea.

Martínez-Maíllo recuerda que, como ya dijo Rajoy, «no hay líneas rojas» en esta negociación, más allá de esos «principios programáticos básicos» que son comunes a las tres formaciones. Todo lo demás es susceptible de estudio. «A partir de ahí, en la concreción estamos dispuestos a hablar».

De hecho, el vicesecretario popular está convencido de que los únicos que han puesto barreras han sido los socialistas: «No entendemos que el PSOE trace una línea roja en relación con el PP: no pasa en ningún país europeo».

Altura política

De ahí su dura crítica del líder socialista, «un hombre muy alto pero con poca altura política», que a su juicio «está jugando a la desesperada», como se vio esta semana con «su visita a Portugal». Su actitud se debe, cree el vicesecretario popular, a «sus malos resultados electorales, y también a la dura resolución de hace unos días en el comité federal socialista».

Un gran acuerdo entre fuerzas políticas es algo inusual en España; el único precedente que recuerdan los populares es «el pacto que se alcanzó en el País Vasco entre PP y PSOE, que convirtió en lehendakari a Patxi López», recuerda Martínez-Maíllo. En Europa, sin embargo, sí se han producido. «Creemos que hay escenario y tiempo suficientes para llegara a acuerdos. Pero el PSOE tiene que entrar en razón y asumir su responsabilidad .Tiene que colaborar en la gobernabilidad de España: es su obligación».

Para ellos, unas nuevas elecciones serían «la ultimísima opción»; creen que si estas se producen finalmente, será porque «Pedro Sánchez sigue en modo de irresponsabilidad».

En cuanto a la situación en Cataluña, reconoce que «no ayuda a aclarar el panorama político nacional». Afecta fundamentalmente a Podemos, una de las cuatro grandes fuerzas en el nuevo Congreso que «no es un partido unitario, sino que está con otras formaciones en diferentes territorios», lo que puede condicionar sus decisiones y complicar los equilibrios de fuerzas que precisa.

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