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La portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, conversa con el líder de su formación, Pablo Iglesias, durante el Pleno del Congreso de los Diputados celebrado este martes - EFE

Podemos se contradice al intentar negar el acoso a la prensa

Iglesias se niega a investigar los hechos denunciados y reta a la APM a ir a los tribunales

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La disputa entre Podemos y la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) a cuenta de las presiones lanzadas desde la formación morada a algunos informadores va camino de convertirse en una guerra abierta. El secretario general, Pablo Iglesias, subrayó que las amenazas denunciadas no son verdad y retó a la presidenta del colectivo, Victoria Prego, y a los informadores a presentar pruebas en los tribunales. Lo hace pese a que la APM amparó a los redactores para proteger sus identidades.

«Quien hable de amenazas está hablando de delitos y tendría que poner esa información en manos de un tribunal. Que se amenace a alguien es un hecho gravísimo y, por tanto, los jueces tendrán que intervenir». En esta línea, el líder de Podemos ha advertido también de que si el caso no llega a la Justicia «estaríamos ante una situación muy extraña en que alguien hace acusaciones gravísimas sin pruebas.

En una democracia y un Estado de Derecho se presentan pruebas».

Con su contundencia, Iglesias intentaba arreglar una rueda de prensa plagada de contradicciones de Irene Montero. Previamente, la portavoz parlamentaria del partido había retado a la publicación de esas evidencias. «No se aportan pruebas y por tanto entiendo que la Asociación de Prensa o los periodistas estarán dispuestos a explicar qué es lo que ha ocurrido», retó. Llegó a la sala de prensa del Congreso de los Diputados aparentemente tranquila y dijo sentirse «contenta» con la apertura del debate. Comenzó entonces a despejar las primeras preguntas de los periodistas con el ensayado discurso ya utilizado el lunes sobre las presiones que, según un estudio de la APM, reciben el 75 por ciento de los informadores por parte de sus superiores, y el injusto trato que, según ellos, recibe Podemos de la prensa.

Perdió el hilo

Pero la insistencia de la prensa pidiéndole que concretara su posición y la de su partido ante los hechos le llevó a perder el hilo que traía diseñado. Al darse cuenta de que su estrategia no funcionaba improvisó y negó las acusaciones de manera tajante intentando cerrar un debate que cada día resulta más espinoso para Podemos. «Por supuesto, que no me parecería bien, por supuesto que no es verdad. Incluso hay compañeros suyos que a lo largo del día de ayer se llevaban las manos a la cabeza con lo que había ocurrido. Por supuesto que de ocurrir me parecía fatal, por supuesto que creo y sé que no ha ocurrido», afirmó ya menos tranquila.

Lejos de poner fin a los interrogantes, esta declaración no hizo más que despertar nuevas preguntas y la exposición de Montero se convirtió entonces en un mar de contradicciones. Así, al mismo tiempo que afirmaba que las acusaciones de los periodistas no responden a la verdad, admitía que «no sé cuál es el detalle de la situación».

Y aunque aseguraba condenar esas presiones, reconocía que Podemos no se ha preocupado por realizar ningún movimiento interno para comprobar si hay verdad tras las acusaciones. Confesó que su formación no ha solicitado reunión o información adicional a la APM para intentar llegar al fondo de la cuestión, a pesar de que consideró «muy graves» las acusaciones.

«Creo que eso no ha ocurrido»

Según Montero la formación morada no piensa dar paso alguno, sino que se mantiene a la espera de que sea la asociación de periodistas la que entable contacto con ellos. Los periodistas le preguntaron también si estaba acusando a la APM o a los informadores de lanzar acusaciones falsas y Montero se replegó de nuevo al darse cuenta de la gravedad de sus palabras. «Creo que no nos sentimos reconocidos (...) creo que eso no ha ocurrido», bajó entonces el tono antes de volver a su ensayado discurso contra los dueños de los medios de comunicación, que nada tiene que ver con la solicitud de amparo presentada por redactores rasos: «Esa máquina de fango no ha rectificado cuando las acusaciones contra Podemos han sido archivadas o ganadas. Creo que el foco está más puesto sobre nosotros que sobre otra formación», acusó. La expresión de Montero al abandonar la sala de prensa no dejaba ver ese «estoy contenta» con que llegaba a la misma.

Las declaraciones de Montero en el Congreso llegan después de que la APM exigiera ayer lunes a Podemos que cesara la campaña de «acoso personal y en redes» a periodistas, «a los que amedrenta y amenaza» cuando discrepa con sus informaciones. En un comunicado, la APM explicó que un grupo de periodistas presentó una queja ante la organización profesional al sentirse acosados y presionados por la dirección de Podemos, encabezada por Pablo Iglesias, así como por personas próximas a ese círculo.

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