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Sergio Pascual, Carolina Bescansa Pablo Iglesias e Íñigo Errejón

Iglesias fulmina a Sergio Pascual como secretario de Organización de Podemos

Era el hombre más fuerte dentro de la cúpula del partido alineado con las tesis de Íñigo Errejón

Madrid Actualizado: Guardar
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Había sido una buena tarde para él. Podemos había logrado aprobar sus primeras propuestas en el Congreso con más apoyo que ningún otro grupo. Pero Pablo Iglesias abandonaba con cara muy seria el hemiciclo. Su mente estaba ya en el comunicado que la formación hizo público poco antes de la medianoche y en el que se comunicó el cese de Sergio Pascual como secretario de Organización del partido. Iglesias fulmina así al que jerárquicamente ocupaba el número tres en el escalafón de Podemos, aunque su visibilidad era menor que la de otros portavoces.

El cese se produce en mitad de la crisis territorial que vive el partido y que en Madrid se saldó la pasada semana con diez dimisiones en el seno del Consejo Ciudadano.

Todos ellos partidarios de las tesis de Íñigo Errejón. A Sergio Pascual se le encuadra también entre los afines al número dos de Podemos, siendo el cargo con más peso entre sus seguidores.

Se mantiene como diputado

El comunicado justifica el cese en «una gestión deficiente cuyas consecuencias han dañado gravemente a Podemos en un momento tan delicado como es el proceso de negociaciones para conformar un Gobierno del cambio». Añade que por ese motivo «Sergio Pascual queda relevado de sus funciones en este cargo, si bien mantendrá sus atribuciones como diputado». El comunicado deja claro que hasta que no tenga lugar un nuevo nombramiento para el cargo será Pablo Iglesias el encargado de asumir las funciones de la secretaría de Organización.

Cerca de la una de la madrugada Pascual se expresaba a través de un tuit que al instante era compartido por Errejón: «Dos años de dejarme la piel construyendo organización y participación popular. Sigo comprometido con el proyecto de mayorías para el cambio».

Después de varios días acusando al PSOE y a los medios de comunicación de sus divisiones internas, Iglesias, antes del cese, envió una carta a los simpatizantes del partido en la que instaba a no cometer «errores» como el de Madrid. La carta deja claro que Iglesias no contempla la disensión en lo que respecta al liderazgo dentro del partido: «En Podemos no hay ni deberá haber corrientes ni facciones que compitan por el control de los aparatos».

En su carta «Defender la belleza», Iglesias se muestra muy duro con las dimisiones en Madrid, que se enmarcan en una protesta contra la gestión del líder regional del partido, Luis Alegre, muy próximo a Iglesias. «Las dimisiones se produjeron en el peor momento posible y han puesto en bandeja el relato que interesa a los defensores del statu quo. No debemos volver a cometer errores como este y deberán asumirse las responsabilidades».

En el trasfondo de la crisis, que se complementa con la situación de interinidad en Galicia o la ausencia de un rumbo claro en Cataluña, subyace también una pugna por el modo de organización del partido pero especialmente por la forma en que debe entablarse la relación con el PSOE. Situándose a Errejón como defensor de unos planteamientos posibilistas sobre esta relación, especulándose incluso con la posibilidad de que Podemos facilitase la presidencia de Pedro Sánchez en virtud a su acuerdo con Ciudadanos. Algo que el propio Errejón ha negado en varias ocasiones.

Pero Iglesias asume esa posibilidad y busca fuera las respuestas a sus problemas internos. «Intentan instalar un nuevo relato para debilitarnos», asegura en la misiva, «según el cual existiría un Podemos dócil dispuesto a rendirse y a facilitar la investidura de un Gobierno PSOE-Ciudadanos frente a un Podemos radical».

El líder de Podemos niega una vez más tal divergencia y culpa a intereses ajenos al partido. «El objetivo de esos sectores oligárquicos es evidente: acabar con Podemos, desgastarnos al atacar aquello que nos diferencia del resto de actores: la unidad y la belleza de nuestro proyecto político».

El cese fulminante de Pascual se produce la víspera de una reunión del Consejo Autonómico de la Comunidad de Madrid, en el que ahora son mayoritarios los representantes de Izquierda Anticapitalista, la tercera corriente en esta pugna, pero más próximos a lglesias que a Errejón.

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