Patxi López durante la rueda de prensa que celebró el viernes en Madrid para reiterar su continuidad
Patxi López durante la rueda de prensa que celebró el viernes en Madrid para reiterar su continuidad - José Ramón Ladra

López llama a la unidad en sus filas tras el intento de absorción de Sánchez

Mantiene su candidatura para evitar «una división suicida» entre Sánchez y Díaz que «nos lleva al abismo»

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Patxi López mantiene su candidatura a la secretaría general del PSOE tras el intento de Pedro Sánchez de absorber su candidatura e integrar al político vasco en su proyecto. Por la mañana, el equipo del ex secretario general filtraba a los medios que se iba a formalizar una oferta para sumar fuerzas.

Impulsado por la sorpresa que dio el jueves con la recogida de avales, Pedro Sánchez utilizó un mitin en Alcalá de los Gazules (Cádiz) para pedir a López sumar fuerzas contra Susana Díaz. Sánchez recurrió a las constantes apelaciones de López en favor de la unidad para ponerlas al servicio de su propuesta: «No tenemos que esperar al 21 para reconstruir la unidad en el partido, podemos empezar ya».

El exlíder socialista recordó que la candidatura de López la conforman antiguos partidarios suyos: «Sobre todo, la unidad entre los que hemos compartido camino». Y presentó así su oferta: « Por eso, hoy aquí tiendo la mano a mi querido compañero Patxi López. Con todo respeto, con toda humildad, sería un honor, un orgullo compartir camino para hacer del PSOE un partido de izquierdas. Debemos caminar juntos hasta el 21 de mayo».

Por la tarde, el exlendakari convocaba una rueda de prensa para «desmentir todos los infundios» y asegurar que «mi candidatura no se va a retirar» porque «no puede dejar abandonados a los militantes». Ya al poco de conocerse la oferta de Sánchez, desde el equipo de López se rechazó de plano, además de afear la forma del anuncio, a través de los medios y sin comunicarlo previamente. López confirmó por la tarde que habló con Sánchez «cuatro horas después» del anuncio, y, pese a definir la misma como «cordial», no ocultó su contrariedad: «No me parece la forma correcta. Me parece mejor que previamente hablemos».

Pero lo cierto es que fue su decisión de suspender los actos previstos para ese día poco después de la oferta de Sánchez lo que disparó los rumores de un posible paso atrás. López compareció para atajar de raíz esa posibilidad porque considera que con la «guerra» en la que han convertido Díaz y Sánchez la recogida de avales muchos militantes habrán visibilizado con más crudeza esa polarización como una «señal de alarma». López dejó claro que su discurso de aquí al 21 de mayo va a ser exponer con gran crudeza la situación de enfrentamiento para presentarse él como el único punto de consenso. «Esto es suicida, esto nos lleva al abismo», llegó a decir ayer el político vasco mientras alertaba de la situación de «emergencia» que vive el partido, recordando como «están desapareciendo uno a uno» los clásicos partidos de la socialdemocracia europea. «Sólo suena el rumor sordo del enfrentamiento y eso nos lleva al abismo, tenemos que parar esto», advirtió. López

Repescar antiguos apoyos

Según se trasladaba ya el jueves desde la candidatura de Sánchez, la recogida de avales ha puesto de manifiesto que las primarias son una competición a dos. Y apuntaban a que la visibilización nítida y clara de esa realidad podía provocar un fenómeno de «voto útil» desde la candidatura del político vasco. Y de este fenómeno esperaban ser los grandes beneficiados.

El ex secretario general siempre ha entendido la campaña como un cara a cara con Susana Díaz. «Puede haber tres candidatos, pero solo hay dos proyectos», suele decir. Sánchez está dispuesto a pivotar su campaña en una clave: el «antisusanismo» sembrado en una parte importante de la militancia a raíz de la abstención en la investidura de Rajoy.

En el equipo de Sánchez se espera en cualquier caso que, tras el rechazo de López, «la posibilidad real» de vencer a Díaz funcione como estímulo para que muchos de sus apoyos se orienten hacia el ex secretario general.

Y para ello manejan dos claves. La primera que todo su apoyo orgánico lo conforman antiguos sanchistas, y la segunda que los territorios donde López es fuerte (esencialmente País Vasco o Baleares) el rechazo a Susana «es alto». Para vencer a la presidenta de la Junta de Andalucía, Sánchez necesita también recuperar posiciones en la fragmentada federación madrileña, en la que él milita, donde la mitad del partido apoya a Díaz (con todos los fieles al defenestrado Tomás Gómez al frente) y donde Patxi López cuenta con el apoyo de la actual dirección regional.

Aunque López niega haber recibido mensajes de los barones y cargos que le apoyan instándole a dar un paso atrás para sumar apoyos contra Díaz, su mensaje resonó como una apelación a la unidad dentro de sus filas para que «sigan enarbolando la bandera blanca para evitar la batalla de la división suicida». López defendió que las primarias del 21 de mayo no pueden ser «la segunda vuelta del fatídico Comité Federal del 1 de octubre», y pidió a su equipo, consciente que los mensajes para que retire su candidatura no cesarán, que no desistan: «Pido a todos mis colaboradores, a todas las personas que me apoyan que no desistan en la defensa de las convicciones y principios que hemos defendido, pido que se conviertan en constructores de la concordia para salvar al PSOE».

Equidistancia total

El malestar con las formas de Sánchez era evidente, pero en su equipo también aseguraban que aunque éstas hubiesen sido las correctas, la respuesta hubiese sido la misma. De hecho ayer, López no dio ni una muestra de sentirse más próximo al ex secretario general que a Díaz. Pese a que formó parte del núcleo reducido de Sánchez hasta el final.

Por la mañana, Sánchez justificó su oferta porque a su juicio ambos proyectos compartían muchas semejanzas. Pero López rehusó ayer pronunciarse respecto a si se siente más cercano a Sánchez o a Díaz. «Hay un tronco común en todos los socialistas», respondió para zafarse de la pregunta. Es consciente de que verbalizar cualquier inclinación hacia uno u otro servirá precisamente para alimentar ese «voto útil», en el que tanto confía el sanchsimo, y abrir una fuga de apoyos en sus filas difícil de contener.

Pero Pedro Sánchez no va a ceder en esa estrategia. Y la combinará con la insistencia en mantener viva la imagen de la abstención ante el PP como antídoto contra Díaz: «Aquellos que defendemos que la abstención a Mariano Rajoy fue un error y que luchamos por un PSOE unido, plural y participativo, deberíamos caminar juntos en estas primarias».

El ex secretario general presentó un documento de doce puntos del programa de Patxi López que va a incorporar a su propuesta electoral, y entre los que destacan el sistema de doble vuelta en las primarias o el voto telemático en los procesos internos. Pero también la elección gerente del PSOE por elección directa de los delegados del Congreso, la rendición anual de cuentas en el Comité Federal, la creación de la Secretaría de Dinamización de las Agrupaciones Locales, la reapertura del Centro de Estudios Jaime Vera, la redacción de un Código de redes sociales y un plan de igualdad. Y entre las medidas de gobierno hace suyas la propuesta de que el 5 % de los beneficios de las empresas sean destinados a sistemas de participación económica de los trabajadores, promover un Ingreso Mínimo Vital a escala europea y una Ley de Conciencia y de Libertad Religiosa.

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