Luis Pineda, en el momento de su detención
Luis Pineda, en el momento de su detención - RAFA ALBARRAN

El líder de Ausbanc pidió una noticia «breve pero con una hostia» al BBVA

La trama de extorsión, que desvió 12.000 euros al año a la mujer de Pineda, alcanzó a gigantes como Volkswagen, La Caixa o Telefónica

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La trama de extorsión que formaron los líderes de Ausbanc y Manos Limpias, Luis Pineda y Miguel Bernad –ambos ahora en la cárcel–, apuntó muy alto.

Sus métodos de presión alcanzaron a grandes bancos y empresas, incluso a multinacionales, como BBVA, La Caixa, Telefónica, Volkswagen o Air Europa.

Envuelto en la supuesta bandera de la defensa de los consumidores, Pineda utilizó las publicaciones económicas de Ausbanc para coaccionar a las compañías. Hablaba bien o mal de ellas en sus revistas en función de si colaboraban.

Así lo relata el juez Santiago Pedraz en el auto en el que obliga a comparecer una vez al mes en el juzgado a ocho imputados en la investigación, a los que ha interrogado esta semana, todos piezas menores en el esquema criminal dirigido y controlado (hasta con temor, según los propios empleados de Ausbanc) por Pineda.

Así sucedió con BBVA. Según una conversación telefónica intervenida por la Policía, Pineda le ordenó a Luis Suárez Jordana –director de publicaciones de Ausbanc– preparar una noticia «breve, pero con una hostia» contra el presidente del banco, Francisco González. Era el 2 de diciembre del año pasado, meses antes de que la Policía desmantelara la red, cuya investigación adelantó el diario ABC. El juez señala que el motivo fue –«presumiblemente»– haber perdido una demanda contra la entidad, a quien Ausbanc se ha enfrentado en los tribunales por las cláusulas suelo de las hipotecas.

Los mismos planes tuvo el líder de Ausbanc para Air Europa. Según otra grabación, del 19 de enero de 2015, con los mismos protagonistas, Pineda mandó publicar en el diario digital «Mercado de dinero» una noticia negativa sobre la aerolínea dirigida por Juan José Hidalgo, relata el juez. Pedraz explica que Suárez Jordana conocía qué se escondía tras el enfoque de las noticias, ordenado por el presidente de Ausbanc según las empresas fueran «amigas o enemigas».

Notas de prensa falsas

Este imputado trató de averiguar por qué les investigaba la Audiencia Nacional y la Policía, después de que alguien de Unicaja alertara a Pineda el 17 de marzo. El magistrado le atribuye –igual que a los otros seis directivos de Ausbanc interrogados esta semana, entre los que se encuentra la mujer de Pineda, Teresa Cuadrado– los delitos de estafa, extorsión, amenazas, administración desleal y pertenencia a organización criminal. A José María Gómez de León, el abogado de Manos Limpias que acusaba al presidente de Unicaja en el caso de los ERE fraudulentos de la Junta de Andalucía (una acción que fue retirada tras un pago de la entidad de un millón de euros), le imputa los de extorsión, amenazas y organización criminal. Ante el juez todos señalaron a Pineda como el encargado de negociar los convenios con los bancos.

La trama también redactó notas de prensa falsas para exhibir el supuesto «buen hacer» de Pineda. En esta labor, el empleado de Ausbanc que cumplía los mandatos de Pineda era Hermenegildo García, el tesorero, su enlace con los medios de comunicación y el encargado de organizar los foros jurídicos en los que participaban jueces, que cobraban por su intervención.

Mentiras

Según narra el magistrado, García y Pineda comentaron por teléfono una nota sobre un supuesto juicio ganado al gigante de los automóviles Volkswagen, en la que publicaron que era la primera sentencia condenatoria por el caso de las emisiones trucadas de gases contaminantes. «Tú y yo sabemos que la sentencia no es exactamente de eso», le dice Pineda riéndose a García, quien responde orgulloso al jefe: «¡Ya lo sé perfectamente». La sentencia, afirma el juez, no tenía que ver con el fraude de los motores.

Este directivo de Ausbanc también intentó conseguir una reunión entre Pineda y algún responsable de Volkswagen, a través de la directora de comunicación de la empresa, a quien telefonearon el 5 de febrero de este año. «¿Se pretendía también presionar a este grupo?», se pregunta Pedraz.

En la dirección contraria, las revistas de Ausbanc no debían realizar «malas críticas» a las entidades «amigas»: aquellas que firmaban convenios publicitarios con la asociación. Esa norma no escrita provocó una bronca a Hermenilgo García, quien había citado en una nota a Caja Rural del Sur, quien tenía vigente un convenio de colaboración con Ausbanc. Ángel Garay, adjunto a la presidencia de Ausbanc le comunicó a José Marín –el delegado en Sevilla– que pensaba enviar un correo diciéndole: «Mira, no me jodáis con Caja... Esto es como el Banco de...»

La trama de extorsión, que compró un sofá y desvió 12.000 euros al año para los gastos de la esposa de Pineda, también planeaba ofrecer «algo potente» a Telefónica para negociar los nuevos convenios y preparó facturas «de modo discrecional» por patrocinio con entidades. En uno de los pinchazos telefónicos, Pineda ordenó preparar una factura de 20.000 euros para enviar a La Caixa.

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