El Gobierno de los pactos convence a los votantes

El Gobierno de Mariano Rajoy ha superado con éxito su primer gran examen: el de los primeros días en marcha. Este martes se publicó el primer estudio del CIS que tiene en cuenta las primeras decisiones del Ejecutivo, y el Partido Popular se mantendría en el idéntico 33 por cierto que le dio la victoria en el mes de junio de 2016. De las últimas estimaciones de voto, los de Rajoy lograron su registro más alto en el sondeo de octubre de 2016. Cuando consiguió la investidura lo habrían votado hasta el 34,5 por ciento de los españoles después de estar durante más de un año con el Gobierno en funciones.

Tras algo más de tres meses con los Ministerios funcionando a pleno rendimiento, el barómetro confirma la buena recepción de los acuerdos auspiciados en el Congreso de los Diputados.

Entre ellos, el pacto por Educación, sobre el que ya se ha dado un primer paso por consenso en esta legislatura que en unos días cumple 100. Pero también la subida del salario mínimo, el bono social y el techo de gasto.

El PSOE, que marcó mínimo histórico en el CIS de octubre (justo después de la dimisión forzada de Pedro Sánchez), parece levantar el vuelo con Javier Fernández. El presidente de la gestora es ahora e l mejor valorado de los cuatro grandes líderes y logra cifras de aceptación históricas entre los que que se clasifican como votantes de la derecha. Bajo su mando, los socialistas recuperan 1,6 puntos de intención de voto: son los únicos que suben respecto a la anterior oleada. En el último año su intención de voto ha ido en descenso; el mes de antes del 20-D la intención era del 25,3 por ciento. En las elecciones, Sánchez logró el 22 por ciento de los votos. Después, fue perdiendo voluntad de voto y las urnas del 26-J le dieron unos resultados similares a los de las elecciones de diciembre. No se conformó el temido sorpasso de Podemos al PSOE, pero mientras los socialistas se mantenían en el sitio, los populares consiguieron más de un 4 por ciento más de los votos respecto a diciembre.

La coalición Unidos-Podemos, que juntos lograron una intención de voto de más del 25 por ciento tras las elecciones del 20-D (por las que decidieron confluir en las generales de junio), confirma en cambio su estancamiento. Para ellos sería el 21,7 por ciento de los votos si se celebraran ahora otros comicios. En pleno proceso de reconstrucción, el CIS es ajeno al debate sobre su rumbo, que se ha encarnizado en los últimos días y que confirmará la escisión tras el Congreso de Vistalegre II de este fin de semana. Aún así, este barómetro ya les ha otorgado hasta en tres ocasiones una segunda posición que luego las urnas no le han confirmado.

Mientras, Ciudadanos se mantiene en la franja del 12 por ciento, el mínimo desde las elecciones del 26-J. Los de Rivera consiguieron su intención de voto más alta en un CIS (14,7 %) en la oleada de octubre de 2015, lo que les permitió acudir a las elecciones con la esperanza de ser algo más que cuartos. Se conformaron con el 13,9 por ciento de los votos el 20-D y el 13 por ciento el 26-J. Su caída más acusada en intención de voto la sufrieron tras los últimos comicios, cuando alcanzaron un acuerdo de Gobierno con el Partido Popular.