El Gobierno opta por un perfil bajo y técnico en su llegada a la Generalitat de Cataluña
La vicepresidenta no tiene previsto viajar a Barcelona en toda la semana para evitar más carga política
Rajoy podría convocar esta tarde un Consejo de Ministros extraordinario para aprobar asuntos relacionados con el 21-D
El primer día del Gobierno de Rajoy en la Generalitat de Cataluña ha sido tal y como querían en La Moncloa: con total normalidad, sin ruido excesivo, sin decisiones rotundas nada más llegar, y con un margen de confianza ancho. Incluso se permitió a los exconsejeros acudir a sus despachos para recoger sus cosas e incluso hacerse una foto como si se tratara de una resistencia, que por otra parte no ha existido. En este contexto, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría , no tiene previsto viajar a Barcelona en toda la semana.
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Fuentes próximas a la vicepresidenta, que ha asumido las funciones del presidente de la Generalitat por delegación de Rajoy, en aplicación del artículo 155 de la Constitución , han explicado a ABC que no es su intención originar ningún espectáculo mediático con una entrada rápida en el Palau de la Generalitat.
Ayer, la vicepresidenta participó en un solo acto público, en Madrid , a las siete de la tarde, para celebrar el 25 aniversario del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza , con el ministro de Educación y Cultura y portavoz, Íñigo Méndez de Vigo. Estaba anunciado que Sáenz de Santamaría hiciera una primera valoración ante los medios de comunicación de la situación en Cataluña. Pero finalmente optó por no hacer declaraciones, precisamente para no caldear más el escenario político.
Esta semana, además, coincide que no hay actividad parlamentaria en el Congreso , por lo que el presidente, la vicepresidenta y los ministros tampoco se dejarán ver por la Carrera de San Jerónimo.
Sí que podría haber esta tarde un Consejo de Ministros extraordinario , para aprobar cuestiones relacionadas con las elecciones autonómicas del 21 de diciembre. Se trata de aspectos técnicos que en condiciones normales tendrían que ser aprobados por el Consejo de Gobierno de la Generalitat, pero con la aplicación del 155 es el Consejo de Ministros el que cumple esas funciones.
En las primeras horas del Gobierno de la Nación con el control de la Generalitat se ha optado por no presionar más de la cuenta, e incluso se ha permitido a los exconsejeros entrar en sus despachos para recoger sus pertenencias . Eso sí, acompañados de un Mosso y solo con ese fin.
También se ha dado un margen de actuación a los segundos escalones, para que aclaren si quieren colaborar en la restauración del orden constitucional o prefieren seguir en la estrategia independentista ilegal, y por tanto su salida sería la destitución.
El Gobierno se ha encontrado también con una colaboración leal de los funcionarios , que han cumplido su trabajo, tal y como se esperaba y se confiaba en La Moncloa.
Respecto a la presencia de Puigdemont y varios de sus consejeros en Bélgica , en el Gobierno han evitado precipitarse en la valoración. Fuentes del Ejecutivo señalaron que de momento «no existe ningún tipo de restricción a su libertad de movimientos». «Si impedimos su libertad sin orden judicial estaríamos incurriendo en un presunto delito de detención ilegal. Su situación en este momento está fuera de nuestro ámbito de actuación», explicaron desde el Gobierno.
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