El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni; la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente de Francia, François Hollande, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy
El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni; la canciller alemana, Angela Merkel; el presidente de Francia, François Hollande, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy - EFE

Francia, Alemania, España e Italia consagran la doble velocidad europea

Las cuatro potencias europeas se unen en Versalles para impulsar una mayor integración

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Versalles ha consagrado la doble velocidad en el proyecto de integración de la Unión Europea. Las cuatro principales potencias, sin el Reino Unido, se han reunido este lunes en esta ciudad francesa para escenificar su unidad y fortaleza en plena encrucijada europea tras el Brexit. François Hollande, Angela Merkel, Mariano Rajoy y Paolo Gentiloni se han mostrado partidarios de impulsar velocidades diferentes en la integración en la UE, para que aquellos países que quieran hacer más y llegar más lejos puedan hacerlo. Su intención es que esta propuesta se haga realidad a partir del Consejo Europeo de Roma del 25 de marzo, en el que se conmemorará el 60 aniversario de los Tratados.

Hollande ha querido dar la máxima solemnidad a esta cumbre informal y ha elegido un lugar tan emblemático en Europa como el Palacio de Versalles para que se celebrara.

«Hace un siglo, las naciones europeas salían de la Primera Guerra Mundial y se reunían aquí. Aspiraban a la paz, la unidad europea parecía una utopía y la reconciliación francoalemana, un sueño inaccesible», ha recordado el presidente francés. De hecho, el espíritu revanchista llegó a la Segunda Guerra Mundial. Esos son los precedentes sangrientos de los Tratados de Roma, que dieron pie al mayor periodo de paz y progreso en Europa, como recordaron todos.

Elecciones francesas

Cien años después de aquella cita que evocaba Hollande, Francia y Alemania, junto a España e Italia, han exhibido su alianza para ir mucho más lejos en la integración europea, ante las dudas que algunos quieren imponer, desde dentro y desde fuera de sus fronteras. Y eso sucede en un momento en el que en Francia se enfrenta a unas elecciones el mes que viene, en las que existe la posibilidad de que se impongan los antieuropeístas de Le Pen.

De los cuatro mandatarios que han comparecido para hacer una declaración de unidad y fortaleza, el presidente que podía presumir de tener un liderazgo más consolidado y estable en su país es Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno de España se ha pronunciado de forma nítida, por primera vez, a favor de esa doble velocidad europea que empezaron impulsando Francia y Alemania. «España está dispuesta a ir más allá en la integración con todos aquellos países que quieran seguir con la integración», ha afirmado Rajoy.

Reformas «duras»

El presidente español ha mostrado su preferencia, sin ninguna duda, a avanzar hacia «más y mejor» Europa. «Debemos mirar más lejos». En ese camino, ve imprescindible profundizar en la coordinación de las políticas económicas, para lograr más competitividad, aunque eso, ha advertido, «exija reformas estructurales por duras que puedan ser». Rajoy quiere llegar a la unión fiscal y a unos Presupuestos europeo, sin olvidar los pasos hacia la unión política.

Pero el que defiende con más fervor esa Europa de dos velocidades es sin duda el presidente francés. Hollande cree que las cuatro potencias que se han reunido hoy en Versalles deben «marcar el rumbo», no para imponerlo, sino para lograr más fuerza al servicio de Europa ante los desafíos que tiene por delante, como el populismo y el nacionalismo. En esta situación de incertidumbre, ha advertido, no vale el inmovilismo ni quedarse a la espera de nada. «El status quo no puede ser la decisión». Renunciar a ir más lejos sería una «regresión». Hollande ha resumido su postura así: «Unidad no es uniformidad».

Junto a Hollande, Merkel ha incidido en la necesidad de seguir adelante con la construcción europea. «Tenemos que seguir adelante, si nos detenemos, toda la construcción podría caerse».

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