Los cuerpos de Laura y Marina fueron quemados y cubiertos con cal viva

La tragedia, brutal, se confirmó poco después de las nueve de la noche de ayer. Los cadáveres de Laura del Hoyo y Marina Okarynska, de 24 y 26 años, habían sido encontrados en unas pozas próximas al nacimiento del río Huécar, en la localidad de Palomera, donde los padres del tercer implicado en el caso y principal sospechoso, Sergio Morate, del que no hay noticias, tienen una finca familiar que ayer mismo fue registrada por la Policía.

Los cuerpos estaban boca abajo, quemados, y con indicios de haber sido rociados con cal viva. Anoche los forenses hacían la primera inspección de los cadáveres para tratar de encontrar otras señales de violencia en los cuerpos de las jóvenes, aunque habrá que esperar a hoy para la práctica de la autopsia.

La noticia corrió rápido por la provincia; demasiado, quizá, porque algunos familiares se enteraron de los hechos por los medios de comunicación, ya que la Policía no había tenido tiempo material de hacerlo. En realidad, se trataba de una tragedia presentida y atroz, de una violencia que de momento es difícil de calibrar.

La Policía ha realizado en las últimas horas tres registros relacionados con el caso de las desapariciones de Cuenca. Las inspecciones se realizaron en el piso de la capital en el que residía Sergio Morate, propiedad de sus padres y situado en la calle Río Gritos, al que acudieron el jueves de la semana pasada Laura del Hoyo y Marina Okarynska; el ya citado de la finca familiar de la localidad conquense de Palomera y en una nave propiedad del padre, en Chillarón. El progenitor se dedica a la venta de antigüedades, en especial muebles, que también repara. En estas diligencias participaron expertos de Policía Científica, que sobre todo buscaron vestigios de la presencia de las chicas en estos lugares. Además se utilizaron perros adiestrados en la localización de rastros humanos.

En pozos

Asimismo, buzos de los GEO de la Policía inspeccionaron el interior de dos pozos de la finca, en los que se montó un dispositivo de poleas, según se podía apreciar desde la entrada, situada junto a N-320. Asimismo, se analizan las imágenes de una cámara de seguridad instalada en las inmediaciones de la nave de Palomeras.

Para hoy estaba previsto que se realizara una batida a fondo del Huécar, por si pudieran encontrarse allí los cuerpos de las chicas, y ayer mismo un helicóptero ya hizo una inspeccion de esa zona y de los alrededores, sin resultados positivos. En cualquier caso, a esas alturas de la investigación ya había pocas esperanzas de que la desaparición de las dos jóvenes tuviera un final feliz, como se confirmó pasadas las nueve de la noche. La personalidad de Morate, que pasó año y medio entre rejas por un delito sexual unido a la retención ilegal de una exnovia, aumentaba las sospechas y de hecho toda la investigación, más allá de la búsqueda de Laura y Marina, se centraba sobre él.

Lugar conocido

La hipótesis de un secuestro estaba prácticamente descartada desde hace días, entre otras razones porque para perpetrar una acción así es necesaria una infraestructura de la que Sergio Morate –los investigadores insistían anoche que es el principal sospechoso del doble crimen– carece, al menos para prolongar una retención ilegal en el tiempo. Además, la investigación aportó un dato decisivo: se supo que este individuo viajaba en un utilitario de color verde, que a partir de ese momento fue objetivo prioritario.

Sobre este vehículo hay informaciones, sin confirmar, que indican que podría no ser de su propiedad. Es más; la sospecha es que pertenece a alguien de su entorno social relacionado con la prisión en la que estuvo, posiblemente un recluso colombiano que ha estado de permiso pero que ahora está de nuevo encarcelado.

Aun en el caso de que Sergio Morate utilizara ese automóvil de algún conocido no querría decir, en modo alguno, que esa persona fuese colaboradora del joven, si es que finalmente se confirmaran las hipótesis más pesimistas. De hecho, las fuentes consultadas por ABC insisten en que no hay indicios de momento de que Morate contara con algún personaje de este tipo, y que si utiliza en coche de algún amigo, en concreto del recluso colombiano, es porque quizá le pidió el favor de que se lo dejara con cualquier pretexto.

Los encargados de la investigación –los agentes de la comisaría de Cuenca, y los expertos en desaparecidos de la UDEV de la Comisaría General de Policía Judicial, con las que colabora la Guardia Civil–, tienen como principal objetivo la localización de los vehículos presuntamente utilizados por el sospechoso. Esa búsqueda se realiza por tierra, pero también por aire, ya que se trata de cubrir el mayor área posible. Es más; ese rastreo se ha extendido a varias provincias, incluso bastante alejadas.

Posible colaborador

Los investigadores ya se han entrevistado con este individuo, porque obviamente un solo hombre es difícil que reduzca a dos mujeres si no despliega una enorme violencia. Además, tendría que llevar luego los cadáveres hasta un vehículo y dejarlos finalmente en las pozas donde fueron encontrados. Todo eso, en solitario, es complicado de hacer, aunque hay que recordar que Morate es un tipo deportista, experto en kárate, y acudía a diario a un gimnasio de la ciudad.

Los encargados de la investigación –los agentes de la comisaría de Cuenca, y los expertos en desaparecidos de la UDEV de la Comisaría General de Policía Judicial, con las que colabora la Guardia Civil–, ha monitorizado durante todos estos días a los allegados al principal sospechoso, ya que estaban convencidos de que tarde o temprano tendría que apoyarse en alguien de su confianza para continuar su fuga.

Estas gestiones han dado parcialmente fruto y anoche se le buscaba activamente en un país europeo al que habría llegado en el vehículo buscado. No se quieren da más datos porque cualquier información más precisa podría perjudicar las pesquisas, en las que colaboran las autoridades policiales de esa nación.

Manifestación de apoyo

A lo largo de todo el día la angustia fue en aumento entre los familiares de los desaparecidos, aunque con matices según los casos. Los de Laura y Marina participaron ayer por la tarde en una concentración convocada para recordar a las jóvenes y para agradecer a todos los conquenses que se hayan volcado en un caso tan delicado como este.

Vecinos de Chillaron, por su parte, aseguraban ayer que la familia del joven ha abandonado el pueblo desde el pasado lunes cuando comenzaron los registros policiales. Por supuesto, no hay un solo dato que los relacione con los hechos, pero probablemente han preferido pasar estos días en otro lugar para intentar pasar lo más inadvertidos posible.

Marina Orarinska y Laura del Hoyo Chamón fueron vistas por última vez en la tarde del pasado jueves, cuando acudieron al piso de Sergio Morate, el ex novio de la primera, para recoger algunos efectos personales. Fue el perfil de Morate el que alertó de que se trataba de una desaparición de «alto riesgo». Este individuo de nacionalidad española tiene antecedentes por delitos contra la libertad sexual, por los que ha pasado algún tiempo en prisión, y por agresiones.

En un primer momento no se descartó que las jóvenes se hubiesen marchado de fin de semana, una hipótesis que se descartó cuando, tras la denuncia de los familiares de Laura, los agentes encontraron su coche en la zona de Cerro Molina, muy cerca de su casa y donde solía dejarlo aparcado. El vehículo estaba cerrado, pero en su interior hallaron el bolso de Laura con su documentación, dinero, sus llaves y su teléfono móvil, un extraño «olvido» para sumar preocupación. El teléfono de Marina no estaba aunque encontraron medicamentos, para tratarse de una afección coronaria, tabaco y dinero, propiedad de la chica, según sus allegados.