Adelantar elecciones a cuenta de Grecia

La crisis de Grecia está planteando de nuevo en el Gobierno el debate sobre el posible adelanto de las elecciones generales, previstas en principio para finales de noviembre. Mariano Rajoy «no se ha sentado todavía a pensar la fecha», afirma una persona próxima al presidente, pero en el Ejecutivo ya se plantea la cuestión: las imágenes de los griegos haciendo colas ante los cajeros y las declaraciones de los pensionistas de ese país quejándose de que el Estado no se las paga constituyen un ejemplo demasiado visible de lo que puede ocurrir en España con una alianza Podemos-PSOE como para que el PP no se resista a aprovechar el momento.

Incluso la cara negativa para nuestro país de lo que está ocurriendo en Grecia puede llevar a Rajoy a decidir el adelanto.

«Nuestra economía iba como un tiro y puede que ahora comience a enfriarse», reconoce un portavoz del Gobierno. Otro motivo más para dar por cerrada cuanto antes la Legislatura, aún a costa de abandonar el último empeño del Presidente: el de conseguir la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2016.

Hasta hace dos semanas Cristóbal Montoro trabajaba con el supuesto de que los Presupuestos se iban a elaborar con el calendario habitual: aprobación de su proyecto en el último Consejo de Ministros del mes de julio, presentación ante el Congreso a finales de septiembre y tramitación aparcada, ya que por esas fechas se convocarían las nuevas elecciones generales. Los Presupuestos, estaba decidido, iban a servir como programa económico de la campaña de Rajoy, una apuesta electoral en la que se visualizaran las promesas de nueva bajada de impuestos y más gasto social en base a la mejora económica y los buenos niveles de recaudación.

De dos semanas para acá las cosas han cambiado radicalmente. El ministerio de Hacienda está cerrando los Presupuestos deprisa y corriendo para presentarlos cuanto antes y Montoro anda sugiriendo que el Ejecutivo considera probable dejar sin vacaciones de verano a diputados y senadores para conseguir su aprobación definitiva antes de la convocatoria electoral. La versión oficial es la de que de este modo Rajoy ofrecerá una imagen de «estabilidad económica»; la extraoficial, que ha sido Bruselas quien quiere dejar amarradas las cuentas españolas por lo que pueda pasar; la de la rumorología madrileña, que quizás se trate de una maniobra para adelantar las generales.

Estamos a punto de resolver esta incógnita. «El presidente tomará la decisión de cómo tramitar los Presupuestos en los próximos días», se afirma en Moncloa. Pendiente, como toda Europa, de lo que pasa en Grecia, lo de la fecha de las elecciones generales aún tendrá que esperar.