Los parlamentarios vascos de EH Bildu Juanjo Agirrezabala y Julen Arzuaga
Los parlamentarios vascos de EH Bildu Juanjo Agirrezabala y Julen Arzuaga - efe

Bildu activará en mayo una «vía unilateral y desobediente» hacia la independencia

Pondrá las instituciones locales «al servicio de la insubordinación» del Estado, prioriza aclarar la relación entre el País Vasco y Navarra y redactará una «constitución de la República vasca»

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Tras superar in extremis hace cuatro años la prueba de legalidad por el Tribunal Constitucional, Bildu se ha dado esta primera legislatura municipal de tregua y se ha limitado a una gestión polémica pero ceñida siempre a la ley. Pero la coalición radical acaba de anunciar que a partir de las elecciones de mayo jugará fuerte y pondrá sus instituciones «al servicio de la insubordinación» para avanzar en una «vía unilateral y desobediente» hacia la independencia. Un camino para el que pretende espolear a la sociedad civil vasca, que si bien ya organizó el año pasado desde la plataforma «Gure Esku Dago» (con la participación estelar de cargos del PNV y del PSE) una cadeneta soberanista, a su juicio camina «demasiado despacio»

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Se acabó, pues, esperar al PNV mientras observan con «envidia» el órdago de Artur Mas en Cataluña, de momento sin consecuencias legales para sus responsables. Mirándose en el espejo catalán, el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, ha asegurado que en los próximos comicios de mayo la coalición «abertzale» buscará formar gobiernos municipales y forales únicamente con aquellas otras fuerzas políticas «comprometidas en la construcción libre y democrática del futuro de Euskal Herria». La propuesta concreta enunciada hoy es «fortalecer la participación de los ciudadanos, impulsar las iniciativas populares (consultas) y acumular fuerzas, incluyendo el instrumento de la desobediencia».

«Queremos decidirlo todo»

El nuevo «proceso constituyente» formulado por Bildu será unilateral y articulardo en torno a la «piedra angular» del soberanismo: «el derecho a decidir». «Queremos el derecho a decidir porque queremos decidirlo todo, aquí, en Euskal Herria», ha proclamado Arraiz ente aplausos de los cerca de 400 cargos de las nuevas marcas de Batasuna –EH Bildu, Amaiur, Sortu- que se han dado cita en Irún, a 50 metros de la frontera con Francia.

«Por encima de toda provocación, satanización o criminalización, y con el ánimo de seguir avanzando, pese a los problemas y contradicciones (internas) que puedan surgir…», Bildu se dirigirá a la «sociedad civil» en otro nuevo acto previsto para el martes en el que llamará a redoblar la presión soberanista desde la calle.

Sin citar al PNV y la estrategia basada en el «acuerdo entre diferentes» que promueve el lendakari Iñigo Urkullu, la coalición radical asume que todo intento de llegar a un entendimiento con los Estados español y francés para la ruptura «es baldío» –«París siempre ha respondido con el desprecio y Madrid se ha atrincherado en el angosto marco jurídico-político surgido tras el franquismo»-. Por esto lo que llama a dar el paso hacia la unilateralidad, «incluyendo el instrumento de la desobediencia», tanto de los cargos electos como de los funcionarios y resto de ciudadanos.

La «cuestión de la territorialidad»

La etapa final de este camino propuesto por Bildu es la elaboración de una «Constitución de la República Vasca, que incluya una Justicia vasca propia. «Un nuevo Contrato político y social que recoja los derechos civil y políticos, sin condiciones, para el conjunto de la ciudadanía vasca», formula la coalición radical.

Ahora bien, Bildu asume que la actual división territorial de «Euskal Herria» entre el País Vasco, Navarra y el sur de Francia dificulta su «proceso constituyente», por lo que propone «fases diferentes» para cada territorio con «objetivos intermedios». «Tres ritmos y velocidades particulares, etapas y procedimientos propios, consultas y preguntas adaptadas, pero un solo objetivo: que todos los ciudadanos vascos sean dueños del futuro político de Euskal Herria», señala Bildu en un documento repartido hoy bajo el título de «La hora de la voluntad popular».

Obviamente, se apuesta por aprovechar la actual estructura de Udalbiltza -que agrupa a los ayuntamientos de Bildu, unos 120 entre el País Vasco y Navarra y en Francia- para encauzar sus objetivos. «Las instituciones actuales deben ser puestas al servicio de ese proceso que tendrá como eje la voluntad de la ciudadanía, para lo que deberán superar paso a paso la subordinación que guardan con los Estados. Necesitamos transformar esas instituciones, que son instrumentos de subordinación, en promotoras de la auto organización», recoge la hoja de ruta de Bildu.

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