2013 y 2014 han sido claves en la lucha contra el terrorismo yihadista, porque en estos dos años el número de detenidos aumentó un 36 por ciento
2013 y 2014 han sido claves en la lucha contra el terrorismo yihadista, porque en estos dos años el número de detenidos aumentó un 36 por ciento - ABC

España se sitúa a la cabeza de Europa en la lucha contra la yihad

La Policía Nacional tiene contabilizados un total de 40 combatientes españoles desplegados en las zonas en conflicto. Es una cifra baja si se tienen como referencia las «aportaciones» de otros países de la Unión Europea

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Las ocho operaciones llevadas a cabo entre 2013 y 2014 por la Comisaría General de Información, directamente contra redes que se dedicaban a reclutar terroristas para enviarlos a Siria, Irak o Malí, sitúan a España, junto con el Reino Unido y Bélgica, a la vanguardia de la lucha contra la yihad emprendida desde Europa.

España es un país que en las últimas décadas ha acumulado experiencia en el combate contra el terrorismo. Tanto el doméstico – ETA, Grapo, Terra Lliure..., bandas que ya están desmanteladas– como el internacional. Por desgracia, a ello ha contribuido el hecho de haber sido un país especialmente sacudido por esta lacra. También influye mucho que España sea frontera entre Europa y África, y que tanto Ceuta y Melilla como Castillejos se hayan convertido en vivero de futuros yihadistas. De ahí que la estrecha cooperación con las autoridades de Marruecos esté siendo clave en esta lucha sin cuartel.

Al margen de la desarticulación de esas ocho redes de reclutamiento, las Fuerzas de Seguridad han llevado a cabo en este periodo de tiempo otras importantes investigaciones que se saldaron con la detención de internautas que utilizaban la redes sociales para difundir propaganda radical y enaltecer el terrorismo. En total, solo en 2014 se han llevado a cabo trece operativos. 2013 y 2014 han sido claves en la lucha contra el terrorismo yihadista, porque en estos dos años el número de detenidos aumentó un 36 por ciento. Pero desde hace mucho se viene investigando este tipo de terrorismo, como lo demuestra el hecho de que desde 1995 haya habido algo más de 70 operaciones policiales.

De 94 a 40

La Policía Nacional tiene contabilizados un total de 40 combatientes españoles desplegados en las zonas en conflicto. Es una cifra baja si se tienen como referencia las «aportaciones» de otros países de la Unión Europea que afrontan el mismo desafío. Francia está a la cabeza, ya que los Servicios de Inteligencia sitúan a un millar de combatientes galos en Siria e Irak. La explicación puede estar en el hecho de que es el país de la UE con mayor número de habitantes musulmanes: 4,7 millones, lo que supone un 7,5 por ciento de la población. Alemania tiene en aquellas zonas en conflicto cerca de 400 nacionales. Poco más de la tercera parte de Francia, pese a que su población musulmana es similar: 4,1 millones, lo que se traduce en el 5 por ciento. Reino Unido, por su parte, contempla con honda preocupación los aproximadamente 500 compatriotas alistados en las filas del Estado Islámico (EI) o grupos satélites. Bélgica también se sitúa por encima de España, con unos 300 terroristas exportados.

En prácticamente todos estos países, a excepción de España, se ha incrementado significativamente en tan solo un año el número de combatientes que se desplazan a las zonas en conflicto para luchar por el «califato islámico». Sin embargo, las cifras son aproximadas porque por lo general las fuentes están en los países de origen. Los Servicios de Inteligencia obtienen escasa información de campo en las zonas controladas por los yihadistas.

Según los últimos datos en poder de la CIA, el EI podría contar con unos 15.000 combatientes extranjeros. De estos, unos 800 están plenamente identificados. De todos ellos, dos mil son occidentales. Además, las filas del EI se nutren también de muyahidines procedentes del Magreb (Libia, Túnez, Argelia, Marruecos, Mauritania); Oriente Medio (Líbano, Palestina, Irak, Yemen, Arabia Saudí...); Extremo Oriente (Chechenia, Malasia, uigures chinos); y África, especialmente del Sahel.

Pero el número de combatientes extranjeros cambia constantemente. No solo por las bajas en los enfrentamientos armados o porque algunos regresan. También porque obtienen permisos. La mayoría de ellos, en vez de regresar a los países de origen, optan por elegir como lugares de «descanso» zonas limítrofes con Irak o Siria.

«Durmientes»

Los Servicios de Información tienen constancia de que, además de Abdeluahid Sadik Mohamed, detenido el pasado 5 de enero en el aeropuerto de Málaga cuando regresaba de Turquía, hay varios combatientes que han retornado a España en los últimos tiempos. Y lo hacen horrorizados por lo que han presenciado sobre el terreno, muy diferente de la imagen distorsionada con la que fueron embaucados a través de las redes sociales. Pero son los afortunados, porque los líderes del EI no toleran deserciones. Recientemente han asesinado a un centenar de combatientes, acusados de «traición», porque querían regresar a sus países. El peligro, sin embargo, está en quienes retornan con autorización para permanecer durante un tiempo como terroristas «durmientes» a la espera de cometer atentados.

En cualquier caso, todo ello demuestra que los líderes siguen teniendo capacidad para reclutar. Y acredita, también, que si no llega a ser por la eficacia de las Fuerzas de Seguridad y porque algunos países parecen haberse tomado en serie una amenaza que hace poco veían remota, el tránsito de criminales de Europa a Siria e Irak sería mucho mayor.

Las mezquitas, los locutorios, las cárceles, los barrios de influencia islamista, las carnicerías halal, el propio entorno... y sobre todo internet, siguen siendo los focos más utilizados para reclutar aspirantes a muyahidines.

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