Francisco Nicolás
Francisco Nicolás - ABC

La Policía tardó cuatro días en desmontar a Francisco Nicolás

Los agentes no descartaron que tenga cómplices o que haya nuevos imputados

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« El detenido se sirve de un despliegue de medios, efectos y documentos para aparentar en sus apariciones, reuniones o negociaciones una apariencia oficial y gubernamental que no posee», concluye la Unidad de Asuntos Internos de la Policía en el atestado de Francisco Nicolás Gómez Iglesias, entregado a la juez de guardia el pasado 17 de octubre, tras detenerlo cuatro días antes. Son 35 folios más sus anexos en los que se atribuyen al arrestado los delitos de usurpación de funciones públicas, estafa y falsedad documental.

Los agentes comenzaron a seguirlo el día 9 de octubre, tras recibir un oficio del secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, en el que se les alertaba de que el sospechoso se había hecho pasar por miembro del gabinete de la vicepresidenta del Gobierno, de la Oficina Económica del Presidente y enlace entre el Ejecutivo y la Casa Real, tras advertir de estas circunstancias a Interior desde el Gabinete de Sáenz de Santamaría y de Álvaro Nadal.

Tras rastrear el perfil público de Francisco Nicolás en distintas redes sociales, lograron situarlo en imágenes y eventos con la galería de personalidades ya conocidas. El primer día que lo siguieron, el 9, descubrieron que un Audi A-6 lo recogía en la puerta de la casa de su abuela paterna. El coche era alquilado y más tarde él mismo reconocería que debía dinero a esa empresa de alquiler.

Invierte en contratar vehículos de alta gama -dos Audi y un BMW- con chófer y en escoltas -«una puesta en escena creada con la intención de infundir error sobre su carácter oficial o influencia política aparentando poder conseguir tratos de favor de las administraciones e instituciones españolas», señalan los agentes.

Tres días después lo sorprendieron escaneando un logo oficial en una copistería y manipulándolo en un ordenador de ese establecimiento comercial, adonde acudió también para fotocopiar un supuesto dossier del CNI (una burda copia de Internet) con el que estafó a un empresario.

Él está acusado de estafa, pero no se puede perder de vista lo que escriben los policías: «Organiza y acude a comidas, reuniones y eventos de negocio con empresarios que buscan un trato de favor de las administraciones, donde ofrece sus influencias a cambio de su correspondiente comisión, que como se ha evidenciado no posee».

En esa diligencia, la Unidad de Asuntos Internos, advierte de que están pendientes más investigaciones para tratar de identificar a nuevas víctimas, así como a otros autores/cómplices que pudieran haberle ayudado e incluso de averiguar posibles delitos imputables a terceras personas.

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