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La Infanta Doña Cristina e Iñaki Urdangarín, en Ginebra - europa press

Últimas horas de Doña Cristina ante el final de la incertidumbre

La Infanta y su marido mantienen su vida habitual en Ginebra, a la espera de la decisión de la Audiencia

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La Infanta Doña Cristina y su marido, Iñaki Urdangarín, recibirán este mediodía la noticia que pondrá fin a tres años de incertidumbre. Tres años en los que el matrimonio ha visto cómo su vida de ensueño se convertía en una pesadilla. Hoy sabrán si la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca mantiene o suspende la imputación de Doña Cristina por fraude fiscal y por blanqueo de capital, así como el futuro judicial de los otros trece encausados en el caso Nóos, entre ellos Iñaki Urdangarín.

A la espera de la decisión judicial, los Duques de Palma continuaban ayer en Ginebra, ciudad a la que se trasladaron durante el verano de 2013 y en la que finalmente se asentaron con sus cuatro hijos, Juan, Pablo, Miguel e Irene, después de tres mudanzas en cuatro años.

En cuanto estalló el escándalo, que les sorprendió en Washington, regresaron de Estados Unidos, donde habían vivido desde agosto de 2009 hasta agosto de 2012, y se instalaron en su casa de Barcelona. Pero en seguida se dieron cuenta de que lo mejor para sus hijos sería alejarlos de la presión mediática. Un año después, en agosto de 2013, pusieron en venta su casa de Pedralbes, que aún no han conseguido vender, y se mudaron a Ginebra, desde donde la Infanta siguió trabajando para la Fundación La Caixa, como venía haciendo desde más de veinte años.

Fue precisamente en esta casa de Ginebra donde se encontraba la Infanta Doña Cristina el pasado 8 de enero cuando recibió la noticia de su imputación. Tras conocerla se fue a su despacho, situado a orillas del lago Lemán, desde donde atiende los asuntos de la Fundación La Caixa y los de la Fundación Aga Khan, con la que lleva quince meses colaborando. La Infanta compatibiliza dos trabajos, pero su marido lleva más de dos años en paro, en concreto desde que regresaron de Estados Unidos.

En agosto de 2012, Urdangarín pidió una «excedencia temporal» en Telefónica, «ante la posibilidad de que el procedimiento judicial abierto pudiera tener alguna incidencia negativa para el grupo». Con posterioridad, el marido de la Infanta hizo algunas gestiones para encontrar trabajo, entre ellas ofreció su experiencia como exdeportista olímpico, a la Federación de Balonmano de Qatar, pero ninguna de ellas fructificó.

También hace tres años que los Duques de Palma fueron apartados de la actividad institucional cuando ambos eran aún miembros de la Familia Real. Este apartamiento impidió a la Infanta Doña Cristina asistir el pasado 18 de junio a la ceremonia en la que abdicó Don Juan Carlos. Tampoco pudo asistir, al día siguiente, a la proclamación de su hermano como Rey. La Infanta viajó aquellos días a Madrid para acompañar a su padre, en privado, en el Palacio de La Zarzuela. El relevo en la Corona también supuso para Doña Cristina y para su marido que dejaran de ser miembros de la Familia Real. Con posterioridad, la Infanta ha recibido en Ginebra la visita de la Reina Doña Sofía.