El tirón del ladrillo, detrás de la mejora de crecimiento del Gobierno

El escenario económico a ojos del Gobierno mejora cada semana, de forma que ayer el Ejecutivo aprobó su cuarto cuadro macro en siete meses, el tercero en el que eleva el crecimiento de este año. El Ejecutivo ha revisado al alza tres décimas el avance del PIB de 2017 al 3% y en una décima el de 2018 al 2,6%. Aunque sus estimaciones internas contemplan un crecimiento de la actividad mayor aún, las oficiales son estimaciones conservadoras. El propio ministro de Economía, Luis de Guindos, las definió en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros como «prudentes y muy inferiores» al consenso de analistas, en un momento en el que el Banco de España estima un crecimiento del 3,1% este año

, por ejemplo.

El Ejecutivo se siente cómodo revisando sus previsiones a la zaga del resto de organismos y, presumiblemente, volverá a mejorarlas en breve. El propio ministro de Economía, Luis de Guindos, admitió que estas previsiones serían papel mojado en poco tiempo. La de ayer no será la última revisión ni siquiera del verano: el Gobierno presentará el proyecto de Presupuestos para 2018 en septiembre e incluirá una nueva actualización del cuadro macro.

El ladrillo es uno de los factores que explican con más elocuencia la mejora. La inversión en construcción es el capítulo que recoge una revisión al alza más intensa, ya que con las nuevas estimaciones crecerá un 4% anual entre 2017 y 2020 frente al 2,67% de media que antes calculaba el Ejecutivo para estos cuatro años. La otra variable que repunta, aunque más levemente, es la inversión empresarial, que avanzará un 4,2% este año, un 3,5% en 2018, un 4,2% en 2019 y en 2020, dos décimas más que en las anteriores previsiones. Las estimaciones de consumo privado (con un crecimiento del 2,6% este año) y público -un 0,8%- se mantienen igual.

Por el mayor fuelle de la inversión, toda la mejora en el crecimiento obedece a la demanda interna. El sector exterior no cambian su aportación al PIB, ya que si bien suben las exportaciones también lo hacen las importaciones. Las ventas al exterior crecerán este año un 6,5% en 2017, un punto más que antes, pero las compras también engordarán un 5,4%, 1,1 puntos más de lo previsto en abril. Ante ello, el Ejecutivo empeora su estimación de superávit por cuenta corriente, del 2% al 1,7% este año.

El empleo precrisis, dentro de 7 años

La mejora aprobada ayer por el Ejecutivo traza un escenario más optimista para la actividad pero también para el empleo. El Gobierno cree que hasta 2020 se crearán 2,011 millones de puestos de trabajo en cuatro años, es decir, 15.000 más de lo que auguraba hace tres meses. Ello se traduce en que en 2020 el Ejecutivo prevé que España contará con 20,519 millones de puestos de trabajos, un nivel similar al de 2008 pero que se queda a 234.000 empleos del máximo precrisis que marcó en el tercer trimestre de 2007.

Con estos datos sobre la mesa, el número de desempleados bajará en 1,668 millones de personas en cuatro años, es decir, 6.000 parados menos de lo que pronosticaba a finales de abril. Ello recortará el paro una décima más de estimado previamente, hasta el 16,5% este año para ir bajando marchas al 11,1% en el cuarto trimestre de 2020. Ello supondría reducir el desempleo a su menor nivel desde el tercer trimestre de 2008.

De Guindos explicó por qué ya se ha recuperado el nivel de PIB previo a la crisis, pero aún quedan siete años para volver al nivel de empleo de entonces. El ministro recordó que en los años de recesión se perdieron 3,5 millones de puestos de trabajo, con una crisis «tremenda, sin parangón con lo vivido en las últimas cuatro o cinco décadas». El empleo crecerá este año un 2,8%, por lo que la mayor parte del crecimiento se irá a la creación de trabajo, lo que por otra parte también arroja un crecimiento escueto de la productividad, del 0,2%.