La pyme familiar que Rajoy puso como ejemplo de emprendimiento exporta a EE.UU.

«No existen fórmulas mágicas, hay que estar día a día controlando los procesos, analizando la rentabilidad y explorando las diferentes opciones de un mercado cada vez más exigente». Lo dice Juan Román, miembro de la dirección de Román y Martos, la agroalimentaria andaluza a la que el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, puso como ejemplo de emprendimiento en una reciente visita a Málaga. Pese a su estructura familiar, la última facturación anual de esta distribuidora, especializada en la comercialización del atún rojo, ascendió a 25 millones de euros, un 15% más que el ejercicio anterior.

La sociedad opera con varias marcas propias, como «Akai Tuna», la denominación con la que comercializa los productos derivados del atún rojo Premium.

Además, la empresa es responsable de toda la cadena productiva, que comienza en el mismo Estrecho de Gibraltar, donde faenan dos atuneros de la compañía que copan el 33% de las capturas del Puerto de Tarifa. En menos de cinco horas el producto llega al restaurante, tras pasar por la central de distribución, de 12.500 metros cuadrados, que Ramón y Martos tiene en Málaga.

Marcas propias

Además del atún, comercializa otros pescados, mariscos, carnes, embutidos, quesos, conservas, especias, lácteos, aceites, vinagres, salsas... Para ello emplea otras marcas propias, como «El Pescaíto», dedicada al pescado del litoral malagueño, junto a otros pescados y mariscos. Por su parte, «Yerbas Bajas» distribuye los productos cárnicos, y «Gold Fish», está especializada en pescados congelados de importación para grandes superficies.

Uno de los objetivos de esta pyme es su internacionalización. «Las exportaciones se han convertido en una prioridad para el tejido industrial español y por lo tanto son vitales para nuestro crecimiento», comenta Juan Román. Así que «introducirnos en un mercado tan riguroso como el de Estados Unidos ha sido un gran logro, máxime cuando la acogida ha sido extraordinaria». Asegura que «la calidad de nuestros productos, como la sardina, el atún o los pescados de escama es apreciada en el mercado americano». En Europa también se han introducido. «Gracias a la mejora en los transportes, los tiempos de entrega se han acortado, y esto nos ha convertido en un buen proveedor de alimentos», se felicita. Pese a que «tenemos mucho camino que recorrer en las exportaciones, los primeros pasos han sido firmes». Pese a la crisis, ha duplicado la plantilla, formada por 70 trabajadores. «Somos una empresa muy versátil y durante este periodo hemos sabido adaptar nuestra oferta a la demanda de nuestros clientes. Estar en el origen de las materias primas ha supuesto una ventaja competitiva que nos ha permitido crecer pese a las dificultades». Los empleados tienen una antigüedad media de 20 años. «Uno de nuestros pilares es la comunicación. La confianza en nuestro capital humano es fundamental y el compromiso por su parte es incuestionable».