Pensiones y empleo, nubarrones en el despejado ciclo económico

Inestabilidad política y Educación fueron otros retos de la economía española señalados en este debate enmarcado en «Hoy es Marketing» de ESIC

Uno de los momentos de la mesa celebrada esta semana en Madrid en colaboración con ESIC: ABC

MARIBEL NÚÑEZ

La economía española atraviesa por un momento dulce, y prueba de ello son las constantes subidas de la calificación crediticia del reino de España, y por el efecto arrastre de muchas de las cotizadas de nuestro país, y de las consecutivas revisiones al alza de las previsiones de crecimiento económico, la última de ellas esta misma semana a cargo del Fondo Monetario Internacional (FMI), de nada menos que cuatro décimas, hasta el 2,8% para este año.

En este contexto se celebró esta semana una mesa redonda ABC-CSIC , en los márgenes del evento «Hoy es marketing» que realiza anualmente la escuela de negocios. La mesa, moderada por Yolanda Gómez, subdirectora de ABC, tuvo un marcado carácter económico ya que los temas analizados fueron los retos de la economía española en los periodos de expansión como en el que nos encontramos.

Lo primero que se analizó, dada su importancia, fue el cambio del contexto político español en el que se desarrolla la economía, ya que las mayorías con las que contó nuestro Parlamento en los últimos años han pasado ya a la historia.

Vicente J. Montes, director de la Fundación Rafael del Pino , aseguró que «para que cualquier economía se desarrolle el marco institucional tiene que ser favorable y España en este tema es un caso de éxito aunque ahora, una vez superada la crisis, tiene que enfrentarse a un reto mayor como es la globalización y, en definitiva, el cambio de era, lo que si no se remedia aumentará el desalineamiento entre productividad y salarios que se da en el país. Pese a lo anterior, nuestro país tiene potencial ya que, por ejemplo, el prestigioso MIT ha señalado hace poco que Madrid puede ser el próximo hub de innovación que se cree a nivel mundial, que si finalmente se produce será fruto de la elevada tasa de emprendedores que hay en España».

Desde la parte más académica de los intervinientes Mario Weitz, profesor del ESIC y consejero del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, explicó que «en las instituciones multilaterales vemos de manera muy positiva la situación de la economía mundial ya que la tasa de actividad es muy elevada y los nubarrones políticos que amenazaban como el auge de los populismos de derechas, Trump o en el caso de España Cataluña no se han materializado. El contexto político en Europa es tranquilo ya que finalmente Marine Le Pen no llegó al poder y el eje entre Angela Merkel y Emmanuel Macron está funcionando. El momento es dulce pero a medio plazo habrá incertidumbres».

Para Alberto Durán, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Once y presidente de Ilunion , afirmó en relación con el contexto político que «de momento la situación no es muy grave en España ya que, por ejemplo, solo hay que mirar a Italia donde los problemas políticos son mucho mayores y sigue siendo la tercera economía de la Unión Europea. En Alemania tenemos ahora otro caso ejemplar de gobierno de coalición y sigue siendo la locomotora europea, de modo que la cuestión es que los españoles tenemos que aprender a convivir con las mayorías inestables, como se hace en otros países, y ahora la clave es saber cuanto tiempo vamos a tardar en adaptarnos a este nuevo escenario. En cualquier caso la situación económica sigue siendo positiva ya que se sigue invirtiendo y creando empleo».

Con la perspectiva del mundo empresarial Bill Derrenger, director general de Osborne , coincidió con el resto de ponentes en el contexto económico positivo y no se amilanó por los nubarrones que pueden provenir de Estados Unidos. «Yo, como americano que soy, lo que veo en las medidas arancelarias de Trump es una oportunidad para el resto de mercados, en el sentido de que la Unión Europea tiene que aprovechar la ocasión para estar a la altura del repliegue de Estados Unidos como líder mundial».

Vicente J. Montes explicó que «España estuvo casi dos años sin Gobierno por la falta de las mayorías necesarias y después estuvo unos años más en práctico parón legislativo por la misma razón, y la consecuencia es que la economía de nuestro país ha seguido creciendo, por lo que se ha demostrado que los fundamentos que tenemos son sólidos».

Para Weitz «otro de los cambios que se están produciendo ahora es el de los populismos de derechas entre los que está Trump , el Brexit , Le Pen o los neonazis sentados en algunos Parlamentos. Cuando yo era joven los populismos solo eran de izquierdas y ahora solo veo a Podemos como populista de izquierdas en Europa y no está en el poder. Es significativo que ahora los obreros voten a partidos de derechas».

Como no podía ser de otra manera durante el debate surgió el arduo problema de las pensiones, últimamente de mucha actualidad por las constantes reivindicaciones de los pensionistas pidiendo subidas más allá del 0,25% previsto en la ley. Para el consejero del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional «el sistema de las pensiones se tiene que reformar en España y en todo el mundo porque, si no se hace, está condenado al colapso ya que, aunque haya gente que no lo piensa lo público también puede quebrar y yo, como argentino que soy, tengo experiencia de cosas públicas que quiebran y por tanto me inclino más por los planes privados».

Para Alberto Durán «la cuestión es que los políticos tienen que encontrar soluciones para el problema de la sostenibilidad del sistema de pensiones y la no transparencia, que es lo que sucede ahora, ya que no soluciona nada. Otra cosa que tienen que hacer los políticos es sacar del debate populista este asunto y sentar las bases para un diálogo intergeneracional y buscar consensos amplios ya que es un tema muy importantes».

Como era de esperar de un ciudadano americano, Derrenger se posicionó claramente a favor de los planes de previsión social privados. «Como americano que soy si hay que elegir entre pensión pública y privada prefiero esta última. Además se produce una contradicción porque los españoles, por ejemplo, exigen al Gobierno que suba las pensiones pero a la hora de aumentar el pago de impuestos para sufragarlas lo rechazan. El Gobierno tiene que hacer un gran esfuerzo para comunicar cuál es el problema y las diferentes soluciones. En Estados Unidos pasó algo parecido hace muchos años y desde entonces los ciudadanos son responsables de su propia jubilación aunque, los que no son muy previsores luego tienen problemas, claro ».

También como cabía esperar el representante de la Fundación ONCE y de Ilunion se mostró claramente a favor de las pensiones públicas. «Hay que tener en cuenta en relación con los planes de pensiones privados que hay personas con salarios muy bajos que no pueden hacer aportaciones, y de ahí la importancia de que el sistema sea público y ayude a los más desfavorecidos, como las parejas en la que fallece uno y que al que queda vivo la pensión que le queda es tan solo de un 52% de la del fallecido. Todo esto se tiene que resolver.»

Para Vicente J. Montes la solución pasa por «sacar las pensiones del debate político y convertir el tema en un asunto de Estado. Nuestro país tiene un nivel de desigualdad social similar al de Francia después de transferencias sociales, lo que demuestra que estas funcionan. Sin embargo los expertos plantean la posible creación de nuevos impuestos para sostener el sistema de pensiones o la apuesta real por mecanismos alternativos con una mejor fiscalidad».

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