Exxon está siendo investigado por un escándalo de cambio climático
Exxon está siendo investigado por un escándalo de cambio climático - AFP

Exxon Mobil, investigada por mentir sobre el cambio climático

La fiscalía de Nueva York ha abierto una investigación sobre el posible engaño de Exxon Mobil al público y a sus inversores sobre los efectos del cambio climático

NUEVA YORK Actualizado: Guardar
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Exxon Mobil no goza de la mejor fama en EE.UU. Su nombre se asocia con la tragedia del Exxon Valdez, el petrolero que cubrió de crudo una bahía de Alaska en 1989 y otros desastres ecológicos, como el vertido indiscriminado durante décadas en el Newton Creek, el río que hace frontera entre Brooklyn y Queens, en Nueva York. Tras el Exxon Valdez, tomó las riendas de la compañía Lee Raymond, un ejecutivo sin escrúpulos, que defendió los negocios turbios de la petrolera en países con regímenes autoritarios, combatió los derechos de los gays y ganó fama como negacionista del cambio climático. Durante décadas, Exxon definió el calentamiento global como un gran engaño, negó que hubiera un base científica sólida que demostrara la incidencia de la actividad humana y financió estudios para contrarrestar la idea «políticamente correcta» de la mayoría de los científicos.

Ahora, el fiscal general de Nueva York tiene indicios para creer que quien mintió -a la opinión pública y a sus inversores- sobre el cambio climático fue Exxon Mobil. Eric Schneiderman emitió el miércoles un requerimiento judicial a la compañía para tener acceso a datos financieros, correos electrónicos y otros documentos, según ha publicado «The New York Times».

Lo que intenta dilucidar el ministerio público es si Exxon Mobil jugó don dos verdades: la que contaban a sus accionistas e inversores y al público en general sobre la incidencia de las emisiones de carbono en el clima global y su impacto en el negocio de hidrocarburos y la que mostraban sus propias investigaciones científicas.

Según el rotativo neoyorquino, la investigación analizará un periodo de al menos una década en el que la compañía financió organizaciones que tratan de quitar importancia al cambio climático mientras que sus científicos advertían a los ejecutivos de las consecuencias -para la sociedad y para su negocio- del calentamiento global y de las políticas que podría poner en marcha la comunidad internacional para hacerle frente.

La decisión de Schneiderman podría ser solo el inicio de una investigación a gran escala: no se descarta que otros fiscales generales de otros estados inicien procedimientos similares y que otras compañías energéticas se vean afectadas con el paso del tiempo. Muchas han financiado estudios sobre cambio climático o campañas publicitarias contra el Protocolo de Kyoto e, incluso en los años más duros del ataque contra el calentamiento global, unieron sus esfuerzos para redoblar la presión. British Petroleum, Shell, Chevron o Exxon Mobil formaron parte, por ejemplo, de la Global Climate Coalition, cuyas actividades podrían ser investigadas ahora.

Los expertos anticipan una batalla judicial que se extenderá durante años, y que a algunos les recuerda la que sufrió la industria del tabaco. En los años 50 y 60, las tabacaleras contaban con estudios internos que revelaban el daño a la salud del tabaco, pero orquestaron una campaña pública para negarlo y financiaron estudios científicos que cuestionaban la nocividad de fumar. «De alguna manera, es la misma teoría: se engañó al público acerca de algo peligroso para la salud», dijo a «The New York Times» Brandon Garrett, profesor de la facultad de Derecho de la Universidad de Virginia.

La compañía se apresuró a decir, en boca de un portavoz, que rechazaba «inequívocamente» las alegaciones de que hubiera «impedido la investigación del cambio climático», y recordó las docenas de estudios científicos climáticos que ha publicado desde los años 70 y que van en la línea general de la ciencia climatológica. Lo que definirá la investigación de la fiscalía es el papel de Exxon y de sus ejecutivos en financiar estudios y campañas que dudaban del cambio climático.

A diferencia de la época de Lee Raymond, que dejó su puesto como consejero delegado en 2003, Exxon Mobil ha admitido los riesgos del cambio climático en la última década y ha asegurado que hace años que dejado de financiar estudios que lo contradicen.

Sin embargo, el pasado febrero, varios medios estadounidenses aseguraron que un científico de Smithsonian que había publicado estudios que dudaban sobre el cambio climático había recibido financiación de varias empresas de hidrocarburos, entre ellas, de Exxon, sin revelarlo. La compañía también ha publicado informes en los que descarta la posibilidad de que la comunidad internacional adopte políticas radicales contra el uso de hidrocarburos, a pesar de los compromisos sobre reducción de emisiones que han adoptado potencias industriales como EE.UU. y China en los últimos meses.

Es imposible adivinar ahora cuál será la escala de la investigación de la fiscalía de Nueva York y qué consecuencias desencadenará en la industria de los hidrocarburos. La noticia no cayó bien en los mercados: la acción de Exxon Mobil sufre pérdidas de alrededor del 1,5% en la bolsa de Nueva York.

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