Las empresas piden puertas abiertas a la nueva era de la digitalización

La revolución tecnológica está cada vez más presente en nuestras vidas. Es un proceso imparable destinado a cambiar el mundo tal y como lo conocemos ahora. La mayor parte de las empresas han asumido que el paso hacia la digitalización es el futuro, y que aquellas que decidan darlo son las que tendrán un mejor porvenir. Según un estudio de la consultora PWC hecho público esta semana, el 56% de las compañías nacionales afirman tener un grado de digitalización alto o muy alto. Estas cifras, según el informe, colocan a nuestro país por encima de la media mundial (52%) y en la línea de otros países desarrollados como EE.UU. o Alemania.

España quiere ponerse a la cabeza de esta nueva época.

Por ello, la CEOE presentó esta semana su Plan Digital 2020, un informe donde se recogen 237 propuestas para que nuestro país sea uno de los líderes del proceso. La patronal prevé que de llevarse a cabo las medidas se lograrían crear unos 250.000 nuevos puestos de trabajo y se incrementaría el PIB en un 3,2% para el año 2020. Además, otro de los objetivos sería el de colocar a España entre los 20 primeros puestos del índice NRI (Índice de Conectividad), elaborado por el Foro Económico Mundial y que engloba a todos los países del mundo, y entre los 10 primeros en el índice DESI (Índice de Economía y Sociedad Digital), que realiza la Comisión Europea y que abarca a los países de la UE. Actualmente, España está en el puesto 35 del NRI y en el 14 del DESI, muy alejado de los objetivos propuestos para dentro de tres años. El hecho de estar a la par que la media de la Unión Europea tampoco es un dato muy alentador, ya que las economías del Viejo Continente no se caracterizan por estar a la vanguardia de las nuevas tecnologías.

Aun así, para el director técnico de Siemens, David Pozo, las empresas españolas se encuentra en una buena posición para su digitalización, aunque todavía falten pasos por dar. «Las empresas están concienciadas, pero lo cierto es que la mayoría están en piloto o en pruebas de concepto y no tienen una estrategia global definida». Del mismo modo el director general del Instituto de la Economía Digital (ICEMD), Enrique Benayas, asegura que «aunque a España le queda mucho camino por recorrer, a nivel empresarial y de administraciones públicas se están haciendo iniciativas y transformaciones realmente importantes».

En ese sentido, el sector entiende que el apoyo del Gobierno es crucial, y por eso insta al Congreso a que se llegue a un Pacto de Estado por la Digitalización, con medidas concretas como la asignación del proceso a una Comisión de la Cámara baja que controle su progeso, una coordinación con los planes europeos o un diálogo social constante sobre el futuro del trabajo. La CEOE reclama, por ejemplo, más fondos para proyectos de inversion en materia digital, fomentar los programas de colaboración público-privada en I+D+i y promover con incentivos fiscales la actividad emprendedora, investigadora y los programas de compra

innvovadora. La patronal considera que se facilitaría así que la industria española crease una marca diferenciadora respecto a otros países avanzados en materia digital. En el inforome hace especial hincapié en el apoyo a las pymes. La importancia de este sector, muy fragmentado por la diversa tipología que lo compone, en el tejido económico es significativa. «Hay que intentar que cada vez haya más pymes digitales», afirma Julio Linares, presidente de la Comisión de Sociedad Digital de la CEOE y también vicepresidente de Telefónica. Las reticencias al cambio de algunas firmas es una traba considerable para la consecución del objetivo. «Hay directivos de empresas que no son conscientes del impacto de la Economía Digital en sus compañías. Siguen ancladas en el siglo XX, así que es cuestión de tiempo que desaparezcan», comenta Benayas. El uso de la tecnología digital permite una alta competitividad de las empresas en el sector. Aun así, su coste elevado puede ser una traba para muchas de ellas, viéndose obligadas a trabajar en clúster para determinados proyectos. «Deben dar pasos inteligentes para que la inversión no sea muy elevada», explica Pozo.

Los datos, el oro del futuro

Se pueden enumerar varios campos englobados dentro de las tecnologías disruptivas: robótica, inteligencia artificial, realidad aumentada o drones. Pero donde ven los expertos la mayor revolución es en el análisis de datos, también conocido como «Big data». «No es de extrañar que cada vez haya más pymes inmersas en el análisis de datos», afirma Carla Martínez, directora de Estrategia y Organización deSynergic Partner, una firma especializada en Big Data.

La generación de datos por parte de la sociedad cada vez es mayor, por ejemplo en la realizada en las redes sociales. Por eso, las empresas pretenden manejar la mayor parte de ellos. Los profesionales del sector señalan que los datos serán el petróleo del siglo XXI. La carrera por esta nueva fiebre ha comenzado, y, según Martínez, «las empresas españolas están bien posicionadas en este campo», hecho que puede marcar la competitividad del país en el futuro.

En este contexto, la protección y seguridad de los datos «es el mayor reto de la era digital», según Linares. El ataque del virus WannaCry, que supuso una extorsión digital a miles de empresas, ha puesto en alerta a toda la comunidad digital y constató que el camino hacia la digitalización no será plácido. «La criminalidad ve en el mundo digital un océano azul para delinquir», espeta Benayas. Aunque los expertos señalan que estos ataques serán frecuentes en el futuro, concuerdan en que no deben ser óbice para continuar con el proceso.