Cerrar una cuenta suele requerir acudir a la oficina en que se abrió
Cerrar una cuenta suele requerir acudir a la oficina en que se abrió - ROBER SOLSONA

La banca sigue sin dejar cerrar una cuenta con un clic

Las entidades españolas se vuelcan en facilitar la apertura de depósitos a la vista con el teléfono móvil, pero en la mayoría de los casos aún hay que acudir a la sucursal para cerrarla

MADRID Actualizado: Guardar
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La banca española está exprimiendo las oportunidades digitales para captar más clientes y reducir costes. Y dentro de esa estrategia se están volcando en una nueva funcionalidad: que los clientes puedan abrir una nueva cuenta corriente a través de la aplicación del móvil sin necesidad de acudir a la oficina. BBVA acaba de lanzar este servicio identificando al nuevo usuario a través de un «selfie», y Selfbank lo hace también a través de una videoconferencia. Dos funciones que ahorran tiempo al cliente, eliminan papeleo y liberan al personal de la red de una tarea de escaso valor. Eso sí, cerrar esa misma cuenta y darse de baja como cliente de un banco sigue sin poder hacerse a golpe de clic.

Actualmente hay básicamente dos vías para anular una cuenta corriente o depósito a la vista y darse de baja como cliente de una entidad: enviar una carta certificada a la sucursal donde se abrió la cuenta o acudir a la misma. Cabe recordar que suele ser obligatorio acudir a la oficina en que se abrió para hacer ese trámite — el propio número de cuenta está asociado a una oficina concreta—, con la molestia que eso puede generar a un consumidor que, por ejemplo, haya se haya trasladado a vivir a otra localidad lejana.

¿Por qué no se puede hacer ese trámite a través de la web del banco o la aplicación móvil? Los bancos suelen esgrimir que es necesaria la presencia física del cliente para liquidar saldos pendientes, anular y entregar también cualquier medio de pago —tarjetas, por ejemplo— asociado a la cuenta y para que el titular firme el documento de cancelación del producto. El director de Transformación Digital de BBVA España, Gonzalo Rodríguez, avanzó esta semana que la entidad presidida por Francisco González tiene en su hoja de ruta la posibilidad de anular este contrato a través del «smartphone».

Cuentas inactivas: ojo con las comisiones

Facilitar ese trámite a través de la banca móvil o incluso en cualquier sucursal podría hacer que la tasa de abandono de clientes de las entidades se elevase notablemente. Sirva de ejemplo que la rotación de los usuarios entre compañías de telefonía e internet ha crecido exponencialmente según se ha ido agilizando el proceso de portabilidad, entre otros factores. Los bancos ya permiten dar de baja otros productos como tarjetas y depósitos, pero no las cuentas corrientes, que son la puerta de entrada al banco, es decir, el producto por el que una persona se hace cliente de una entidad.

Esto provoca que en no pocas ocasiones los clientes cambien de entidad pero no cierren sus cuentas en su banco anterior ni se den de baja como clientes del mismo. Así las cosas, las entidades financieras suelen acumular un número significativo de cuentas inactivas; de vez en cuando revisan y si comprueban que lleva un tiempo significativo sin registrar movimiento la califican como inactiva. En todo caso, esa clasificiación solo es a efectos internos, y en realidad la cuenta continúa activa. De hecho, conviene cerrarla porque esa situación puede traducirse en que ese depósito le esté generando comisiones de mantenimiento al titular sin darse cuenta y, llegado el momento, la entidad podría reclamar cuantías importantes.

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