El Gobierno de Theresa May negocia actualmente los términos del Brexit
El Gobierno de Theresa May negocia actualmente los términos del Brexit - AFP

La atracción de empresas afectadas por el Brexit generaría hasta 53.000 empleos en España

El efecto de la salida de Reino Unido de la UE incrementaría el PIB español en hasta 3.600 millones

MADRID Actualizado: Guardar
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El Brexit ha dado lugar a un pulso entre las capitales europeas por atraer a las empresas actualmente radicadas en Londres. Aún permanecen muchas incógnitas sobre un proceso que se antoja largo: cuál será el estatus de estas firmas una vez que se lleve a efecto la salida de Reino Unido del mercado único, en qué consistirá el nuevo acuerdo comercial suscrito con el bloque de los Veintisiete y qué hará el Ejecutivo de Theresa May, si las condiciones le resultan finalmente desfavorables, para retener a las compañías que se planteen abandonar las Islas. De momento, todo son hipótesis y, precisamente, España no es de los países mejor posicionados para atraer estas inversiones, como reconoce Pwc (antigua PriceWaterhouseCoopers) en un informe, encargado por la Junta de Compensación de Valdebebas, en el que llama a la Administración a asumir «un papel mas activo».

El texto, que ha presentado hoy la consultora, establece dos escenarios: uno más conservador, en el que España conseguiría atraer una inversión proporcional a su peso económico, y otro más optimista en el que, gracias a las medidas adoptadas por el Ejecutivo español, nuestro país se convertiría en el principal foco de atracción de empresas del Viejo Continente, por delante de países competidores como Francia, Irlanda o Alemania. En el primero de ellos el «efecto Brexit» permitiría generar en España cerca de 20.500 puestos de trabajo, entre impacto directo e inducido. Mientras tanto, en el segundo caso, el número de empleos ascendería en 52.900.

La mayor parte de estos nuevos empleos se crearían en empresas que ofrecen servicios auxiliares, como seguridad y limpieza (2.839 empleos en la hipótesis más optimista), sector al que sigue el comercio al por menor y la hostelería.

Del mismo modo, el desembarco de las multinacionales espolearía el Producto Interior Bruto en 1.300 millones de euros, un 0,12% de la riqueza nacional, en el caso menos optimista, y 3.600 millones (0,32% del PIB), en el más favorable. Jordi Esteve, director de estrategia y consultoría estratégica de Pwc, pone el acento en que este impacto económico sería, sobre todo, perceptible en aquellos «sectores de la economía del conocimiento», como servicios jurídicos y servicios auxiliares, por que lo que este efecto tendría beneficios «de tipo permanente» en la economía española.

Destacable sería también, según el estudio , el incremento de la recaudación fiscal. Compañías y empleados elevarían los recursos de las arcas públicas por la vía del pago de impuestos (especialmente, IRPF y el de Sociedades) y las cotizaciones sociales. De este modo, Pwc confía en que en el escenario más positivo para los intereses españoles los ingresos del Fisco crecerían un 0,51% hasta los 1.450 millones y hasta 430 millones en el caso menos optimista.

Medidas fiscales

En el apartado tributario existen otros interrogantes: ¿debería la Administración, en este caso la Comunidad de Madrid, favorecer la captación de empresas mediante ayudas y medidas fiscales? Pwc lo considera deseable, pero emplaza a un segundo estudio en el que concretará qué herramientas considera necesarias para dar lustre a la capital española como destino de inversión.

Más allá de las condiciones fiscales, Esteve destacó la posición de Madrid como centro de negocios y plataforma logística, así como «puerta de entrada» al continente Iberoamericano gracias a la red de más de 200 destinos que parten del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Marcos Sánchez, director gerente de la Junta de Compensación de Valdebebas, recordó también la disponibilidad de edificios y suelo en Madrid, con el segundo mayor dato de oficinas disponibles (1,9 millones de metros cuadrados) de las capitales europeas y uno de los precios más bajos en las zonas consideradas «prime», con 27 euros por metro cuadrado al mes, solo superado por Berlín (26 euros).

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