China, el petróleo y el fortalecimiento del euro: las pistas del desplome en Bolsa

Los mercados han comenzado la semana con un «lunes negro». De nuevo China ha actuado como «correa de transmisión» y tras cosechar importantes pérdidas en sus índices bursátiles, los mercados europeos han cerrado la sesión con importantes pérdidas. La volatilidad parece que se mantendrá en las próximas jornadas, ya que tras las pérdidas consumadas estas semanas, la tendencia alcista podría regresar en las próximas sesiones. Estas son las principales razones del desplome bursátil.

La «falta de información» de la Bolsa china

El estratega jefe de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano, considera que las caídas producidas ayer en la mayoría de índices bursátiles fue «detonada» por China, que cuenta con «falta de información» en su mercado de renta variable.

Pese a ello, Campuzano centra el foco en el mercado americano, ya que la fuerte caída de Wall Street

representa un indicador «todavía más inquietante» que el desplome de la Bolsa asiática. El estratega de Citi, aún así, llama a la calma, ya que los indicadores macroeconómicos muestran «resultados positivos» para este año, por lo que no es necesario que «cunda el pánico» en los principales índices bursátiles.

Además, Campuzano echa en falta un pronunciamiento de los Bancos Centrales occidentales, que deberían tranquilizar a los inversores dado que la situación económica «no ha cambiado» en las últimas semanas. «El principal riesgo de los mercados son ellos mismos», concluye.

Repercusión indirecta

Las últimas caídas registradas en la Bolsa china se han debido, a juicio de José Ramón Pin, economista del IESE, al estallido de «una burbuja bursátil que seguía vigente» desde comienzos de 2015.

En cuanto a los efectos que este desplome podría suponer para la economía real, Pin asegura que las caídas bursátiles tienen un «carácter psicológico», ya que en principio los indicadores macroeconómicos se mantienen estables desde hace unos meses, tanto en Europa como en Estados Unidos. Pese a ello, el economista del IESE cree que las últimas caídas en el mercado de renta variable podrían repercutir «de forma indirecta» en las empresas españolas.

Y es que debido a las inversiones que muchas compañías han llevado a cabo en los últimos meses en Latinoamérica, una desaceleración económica de estos países emergentes «podría repercutir en la evolución del mercado exterior de España».

Los inversores anticipan una desaceleración

Desde el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), Javier Santacruz afirma que los inversores parecen estar «anticipando una desaceleración del crecimiento de los países emergentes» en las últimas sesiones.

El «origen» de esta tendencia, ha sido para Santacruz «el descenso del precio del petróleo por debajo de los cuarenta dólares por barril, producido el pasado jueves», que ha puesto de manifiesto las dudas respecto al crecimiento anual de un buen número de países.

Según el experto del IEB, el mercado ha «sobrereaccionado» respecto a este hecho en las últimas sesiones, en las que China ha actuado de «correa de transmisión». Además, la Bolsa también ha estado marcada por el factor estacional.

En las próximas jornadas, según sus palabras, el mercado volverá a tomar en cuenta el valor del petróleo, un indicador que está «relacionado con los movimientos en las Bolsas y que suele mostrar el mismo comportamiento».

Medidas contraproducentes

Para Rodrigo García, analista de XTB, las «medidas de las autoridades chinas han sido contraproducentes para el mercado», ya que en lugar de mostrar su fortaleza han puesto de manifiesto sus debilidades.

Además, los datos arrojados por el gigante asiático en las últimas semanas han confirmado la tendencia bajista, ya que indicadores como el retroceso del sector manufacturero en el país han provocado que gran parte de los inversores contemplen la posibilidad de que se produzca «una desaceleración de la economía china».

Durante las próximas semanas, según García, «continuará la volatilidad», ya que las fuertes pérdidas cosechadas durante las últimas jornadas podrían estar acompañadas de movimientos alcistas en el futuro.

García añade además que los datos «no anticipan una recesión» a escala mundial, por lo que lo previsible es una recuperación del mercado.