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La brecha salarial sigue abierta

Un 17% separa los sueldos de hombres y mujeres en España, según la OIT, dato que UGT sitúa en torno al 22%

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Igualdad sin géneros. Ese es el objetivo. ¿El criterio? La cualificación. Y un sistema que garantice la paridad de oportunidades en el entorno laboral. La reivindicación viene de largo, pero lo cierto es que, hoy en día, la brecha salarial sigue abierta. Y soporta el retroceso que en muchos casos ha añadido la presión de la crisis económica. El sueldo es otro de los «techos de cristal» con el que se dan cada día alrededor del mundo las minorías empresariales. Y eso que, según el Foro Económico de Davos, la diversidad en el seno de las organizaciones conduce a obtener un mayor rendimiento, y con ello, un mayor desarrollo de la economía mundial. En el caso concreto de la diversidad femenina, una mayor representación de mujeres mejora un 34% los resultados financieros de una empresa, según la misma fuente.

Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierte en su último estudio de que «existe una brecha salarial entre hombre y mujeres en todos los países del mundo, en grado bastante similar al que se podía observar hace 10 ó 15 años». En Europa, dice el Informe Mundial sobre Salarios 2014/2015, «los hombres cobran en promedio un 19% más que las mujeres». Una brecha que en España es del 17%, «tomando en consideración a todas y todos los trabajadores, es decir tanto los que trabajan a jornada parcial como completa», explica.

«Objetivamente no cuadra»

«En el caso de España -analiza el director de la Oficina de la OIT nacional, Joaquín Nieto, si tomamos en consideración los factores objetivos de capacitación de hombres y mujeres, no tendría que haber una brecha salarial. De existir, debería ser a favor de las mujeres, pues cuentan con algo más de capacitación que los hombres. En ese caso, las mujeres tendrían que recibir un salario un 2% mayor».

Pero no es eso lo que ocurre. De hecho, según el Informe sobre Igualdad Salarial de UGT, en 2012 «la remuneración anual bruta de las trabajadoras españolas fue un 24% inferior a la de los hombres. La diferencia más alta de los últimos cinco años».

En referencia a este informe, Susana Marcos, socia de People Matters, añade que «las mujeres son además las que tienen los puestos peor pagados y de menos relevancia en las organizaciones. En los comités de dirección, por ejemplo, existe una minoría de mujeres y, cuando están presentes, ocupan los puestos menos remunerados o de soporte (Comunicación, Marketing, RR.HH., Calidad...). Los puestos del “core business”, como Operaciones o Comercial, suelen estar ocupados por hombres. La diferencia de salario entre este tipo de posiciones en una misma compañía puede oscilar entre el 20 y el 50%».

Un 40% de las mujeres que han alcanzado puestos directivos en la empresa española consideran que los prejuicios de género siguen siendo una de las principales barreras para la promoción profesional femenina. Según el estudio «Women in Business 2015», elaborado por Grant Thornton, sólo un 26% de los puestos de dirección en las empresas españolas medianas y grandes están ocupados por mujeres.

Barreras en el siglo XXI

«El porcentaje de mujeres en la dirección en España no refleja ni su presencia en las empresas, somos el 46% de los ocupados, ni su nivel de formación, puesto que suponemos el 52% de la población activa con estudios universitarios. Incluso aspectos más específicos para la dirección, como la presencia de mujeres en las escuelas de negocio, están claramente en disonancia con el 26% de cargos directivos ocupados por mujeres. Todo esto nos lleva a la pregunta de si tenemos las mismas oportunidades profesionales que los hombres o es que sigue habiendo barreras culturales, sociales y económicas que no deberían existir en pleno siglo XXI», argumenta Aurora Sanz, socia de derecho laboral en Grant Thornton.

A esa misma cuestión trata de dar respuesta otro informe de PwC -sobre una muestra de 8.756 mujeres, de 75 países y de 20 a 35 años-, en el que el porcentaje de «millennials» que no cree tener en las empresas las mismas oportunidades que los hombres de su generación asciende al 71%. La situación no ha mejorado si la comparamos con la misma encuesta realizada en 2011.

A pesar de que aún queda un largo camino por recorrer, se refleja una visión más optimista entre las mujeres más jóvenes, quienes sí confían en ser promocionadas a la alta dirección en la empresade la que forman parte en la actualidad. En la franja de 0 a 3 años de experiencia laboral, el porcentaje es del 49%; entre las que llevan trabajando de 4 a 8 años, el 45%; pero a partir de los 9 años la confianza desciende al 39%.

El estudio de Grant Thornton, basado en una amplia muestra internacional de altos directivos de ambos sexos, demuestra cierta evolución en el caso de España entre 2004 y 2009, periodo en que el porcentaje de mujeres en la dirección pasó del 14 al 21%. Desde entonces el dato ha fluctuado con una tendencia ligeramente positiva hasta alcanzar el 26% de este año, cifra que iguala la media de la UE, y supera la media global del 22%. Si contemplamos las grandes economías de la Eurozona, España comparte con Italia el segundo puesto, por detrás de Francia (33%) y muy por delante de Alemania, en donde las mujeres ocupan tan sólo un 14% de los puestos directivos.

Ganan los países del Este

En el resto de Europa siguen dominando los países del Este, encabezados por Rusia, que lidera el ranking mundial con un 40% de sus cargos directivos ocupados por mujeres. Tras ella se sitúan Georgia (38%), Polonia (37%) y las tres repúblicas bálticas: Letonia (36%), Estonia (35%) y Lituania (33%).

«El mínimo común denominador de estos países es su pasado en el bloque soviético. El énfasis en la igualdad facilitó el desarrollo laboral de muchas mujeres y la presencia femenina en carreras de corte técnico o científico. Estos aspectos han pervivido en la cultura empresarial lo que, junto a otros factores como los demográficos (en Rusia la proporción es de 120 mujeres por cada 100 hombres), explican el liderazgo del este de Europa en este aspecto», expone la experta en laboral de Grant Thornton.

Al señalar los principales obstáculos que siguen dificultando el ascenso de la mujer a la dirección, un 42% de las directivas españolas citó el cuidado de los hijos, y un 40%, los prejuicios de género. Entre los varones, sin embargo, sólo un 12% consideró dichos prejuicios como un freno para la carrera profesional de las mujeres, mientras el 32% calificó la maternidad como una importante barrera para el desarrollo de sus colegas femeninas.

¿Ausencia de candidatas?

Según este estudio, la segunda barrera más mencionada por los hombres (24%) es la ausencia de candidatas que opten a la promoción. Y curiosamente, si se añade a esta última causa el adjetivo «cualificadas» el porcentaje para ambos sexos se sitúa alrededor del 20%.

El fichaje de profesionales cualificados se traduce en que el 39% de los hombres encuestados por Grant Thornton entró en su empresa actual ya como directivo, frente al 27% de las mujeres, lo que indica una menor movilidad. De hecho, un 36% de las mujeres directivas entró a su empresa actual como recién licenciada frente al 26% de sus homólogos masculinos.

«La principal cantera de directivos, sobre todo en el caso de empresas medianas, es su propia plantilla por lo que la presencia de mujeres en la dirección es un claro reflejo de su peso en la fuerza laboral de cada sector», analiza Sanz. «En España hemos invertido mucho en la formación y el desarrollo profesional de las mujeres. De cómo aprovechemos esa inversión en el talento de la mitad de nuestra población dependerá nuestro crecimiento sostenido a largo plazo», concluye Sanz.

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