Los ministros alemanes de Economía y Finanzas, Sigmar Gabriel (d) y Wolfgang Schäuble (2i), y sus homólogos franceses, Emmanuel Macron (2d) y Michel Sapin
Los ministros alemanes de Economía y Finanzas, Sigmar Gabriel (d) y Wolfgang Schäuble (2i), y sus homólogos franceses, Emmanuel Macron (2d) y Michel Sapin - efe

París a Berlín: 50.000 millones de ahorro a cambio de lo mismo en inversiones

«Es de nuestro interés colectivo que Alemania invierta», dice el ministro de Finanzas francés. Su homólogo alemán advierte que se hará, pero «en el marco» de su política financiera

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Los ministros franceses de Finanzas y de Economía, Emmanuel Macron y Michael Sapin, desembarcaron el lunes en Berlín con una propuesta muy concreta para la reunión con sus homólogos alemanes Wolfgang Schäuble (Finanzas) y Sigmar Gabriel (Economía). Lo han adelantado en una entrevista al Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ): «50.000 millones de euros de ahorro por nuestro lado y 50.000 millones de inversiones adicionales por el suyo; éste sería un buen equilibrio», ha comentado Macron al FAZ. El mismo lunes, el Bundesbank informaba sus pesimistas previsiones: la economía alemana apenas avanza, indica su informe mensual.

«Es de nuestro interés colectivo que Alemania invierta», insiste Macron en el FAZ indicando que es justo reclamar a Alemania inversiones por el mismo monto millonario que se les exige ahorrar a París en los próximos tres años.

Según Macron, los 50.000 millones en inversiones por parte alemana es compatible «con una política presupuestaria seria», ya que Berlín tiene margen fiscal de actuación. Francia, por el contrario, tiene que limitarse a «mantener las inversiones públicas», aseguró Sapin al respecto. Según confesó Gabriel en entrevista al Bild, Alemania precisa más inversiones públicas para mantener «su competitividad a medio plazo, pero no a través de más déficit».

En rueda de prensa posterior a la reunión, Schäuble ha puesto paños fríos a la propuesta anunciando la preparación –muy à la alemana– de un informe conjunto con una batería de propuestas para aumentar las inversiones en ambos países a presentar el 1°de diciembre. Según Schäuble, el refuerzo de las inversiones es el «camino correcto» y cada país debe invertir «dentro de sus posibilidades», para matizar luego en un malabarismo retórico que, eso sí: «en el marco» de la política financiera de cada país», descartando de esta manera un nuevo endeudamiento para programas de inversión en Alemania. Para Macron, ambos países y la Eurozona precisan «inversiones fuertes» tanto del sector público como del privado, a lo que Schäuble reaccionó acotando que en Alemania «buscamos principalmente movilizar la inversión privada».

Sobre el informe de diciembre, Sapin ha indicado que tiene como objetivo señalar «proyectos concretos y modalidades» de inversión en «sectores específicos» tanto para los dos países como para el conjunto. A lo que ha agregado Gabriel: Alemania necesita aumentar sus inversiones, no sólo en «infraestructuras clásicas», sino también en «eficiencia energética», «banda ancha» de internet y empresas incipientes, entre otras cuestiones. Gabriel recordó que siguiendo las recomendaciones de la OCDE, Alemania debe lograr inversiones que supongan el 20 % del producto interior bruto (PIB), que actualmente se sitúa en 17% y ese 3% de diferencia suponen –ha dicho– Gabriel, unos 50.000 millones de euros.

Bundesbank

El mismo lunes, el Bundesbank ha publicado sus pesimistas vaticinios para una economía que se acerca peligrosamente a la recesión: Alemania apenas registró crecimiento en el tercer trimestre y se mantendrá así hasta final de año, ha indicado el banco central germano en su informe mensual.

El Bundesbank sintoniza así con los tristes datos y pronósticos de la producción industrial, de las exportaciones, de la confianza empresarial y de las críticas de los propios asesores económicos de Berlín y del FMI. El banco ha destacado que es «improbable» que se den grandes impulsos en el sector de la construcción o de la industria, que frenaron la coyuntura económica en los últimos meses. «No obstante, el nivel se ha mantenido gracias al buen estado del consumo potenciado por el fuerte crecimiento de la tasa de empleo y de una notable subida de los salarios reales», indica el informe.

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