Río 2016«No estaba el estadio, ni la gente, cuando lancé la flecha»

La mañana del 25 de julio de 1992 se despertó inquieto, los Juegos empezaban y Antonio Rebollo (Madrid, 1955) con su precisión del 100 y pico % le daban todo el peso del equipo nacional de tiro con arco. Lo que él no supo hasta horas antes es que también tendría el de lancar la flecha que encendería el pebetero de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 mientras todo el mundo le miraba.

Empiezan otros Juegos, ¿le trae nostalgia?

Es una nostalgia relativa. Los años no pasan en balde. Cada uno tenemos nuestra época para hacer ciertas cosas y la mía ya pasó. Recuerdo aquello como algo maravilloso y, ahora mismo, le toca a otros compañeros deportistas brasileños. Cada uno estamos donde estamos en la época en que nos corresponde.

¿Qué recuerda de aquella noche de julio del 92?

Con la templanza de los años, puedo decir fue algo maravilloso, aunque los minutos previos no los viviera de la misma manera. El trabajo de preparación de la inauguración, todo el mundo colaborando... fue increíble.

¿Y de cuándo se lo propusieron?

Fue un año antes con la aparición de un miembro del COI en el campo de tiro de Madrid. Hasta que no empezamos a hacer las pruebas con el equipo de Reyes Abades y conseguimos que la llama no se apagara durante el vuelo de la flecha en ningún tipo de condición atmosférica era algo anecdótico. Una vez que lo conseguimos, estuvimos tranquilos o al menos así lo recuerdo. Con el tiempo acabas quedándote solo con las mejores sensaciones.

¿Cómo os preparasteis ese año?

Fue la propia preparación para los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 con el equipo olímpico y paralímpico español. Además, hasta unas horas antes no me dijeron que sería yo quien la lanzaría y ahí fue ya cuando empezó a funcionar la ejecución de concentración. Ni me plantee que había sido yo el seleccionado hasta meses después con preguntas de amigos, compañeros y prensa.

¿Qué se le pasó en ese momento por la cabeza?

En aquellos momentos el nivel de concentración, que por suerte lo mantuve, era tal que en mi mente no existía nada. No estaba el estadio, no había gente...sabía que tenía que ejecutar unos movimientos que habíamos estado practicando con muchas dificultades para que el fuego no se apagara. Pero en el momento del disparo solo pensaba en el disparo.

El rumor de que la flecha no entró en el pebetero continúa…

De hecho ahora se habla más que antes. No es un rumor, es una realidad y eso se contó antes de que fuera la inauguración. Incluso en el periódico de Barcelona sacaron croquis explicándolo todo. Estaba medido al detalle. Es cómo cuándo me dicen que qué hubiera ocurrido si hubiera fallado de verdad, pues que me hubiera hecho famoso a porrazos. Se ejecutó como estaba previsto, salió a la perfección y fue un existazo, sino no se seguiría hablando de ello.

¿Y qué le parece?

A mí me viene bien que siga esa cuestión candente. En cualquier reunión de personalidades es un poco la cuestión que tiene todo el mundo en la cabeza (y le sirve para romper el hielo).

Fue una forma bastante original, pero ¿con qué otra se queda?

Me causó una gran impacto la de Atlanta donde Mohamed Ali donde hicieron una emulación del tiro de Barcelona a través de un cable. Pero por la circunstancia de cómo estaba la persona, de cómo él representaba lo político y lo religioso porque él movió la conciencia de millones de personas en su tiempo deportivo.

¿Ninguna inauguración igualará a Barcelona?

Barcelona fue un cambio radical. Lo que se ha intentado es cambiar a algo que de alguna manera impactara en el público. Hasta Barcelona las olimpiadas era deficitarias y allí se consiguió que empezaran a tener ganancias. Sin embargo la situación en el mundo, por desagracia, está consiguiendo que se hunda de nuevo. Cada Juegos son una cosa diferente y cada vez influye más la situación política tanto de los países como internacionales. Fíjese como está Brasil. La gente que está metida en la gestión de aquello no saben lo que va a pasar. Creo que están rezando para que cuando acabe aquello no haya pasado nada grave.

¿Cómo influyó el tiro con arco?

Son pocas las personas que en la vida dicen quiero hacer tal y a la primera lo consiguen y yo no voy a ser una excepción. A los ocho meses tuve la suerte o la desgracia de que me diera la poliomielitis. De siempre me gustaron los deportes de riesgo, lo que hoy en día es algo natural como la escalada libre o el barranquismo, en mis días y con una discapacidad me tomaban por loco (bromea), pero son disciplinas en las que necesitaba las piernas hasta que apareció el tiro con arco. Siempre me había llamado la atención desde crio, como a casi todos los jóvenes de la época. Me ayudó a salir de circunstancias de la época en ciertos barrios. Para mí fue un cambio radical. No sería el que soy hoy.

¿Cómo al equipo español de tiro con arco actualmente?

Está todo funcionando muy bien, tenemos unos deportistas que nos han superado a los que estuvimos en Barcelona 92 en preparación deportiva. Han superado los límites que nosotros dejamos en la época de los 1300 y bueno lo cierto es que todo ello ha ocasionado que hoy en día estemos como estamos en el mundo del tiro con arco. Espero, dentro de que todo el mundo consigue ir superando sus propios retos, que estemos entre los primeros y ya sería un lujo el que pudieran igualar a la medalla del equipo español en Barcelona 92.