Eurocopa 2016

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Así fue el histórico y polémico Francia-Alemania del Mundial de España 82

Germanos y galos se miden en la Eurocopa, con el recuerdo de la vibrante semifinal del Campeonato del Mundo disputado en nuestro país hace 34 años

Así fue el histórico y polémico Francia-Alemania del Mundial de España 82

En un partido se producen cientos de jugadas, pero algunas de ellas quedan marcardas en la retina histórica de los espectadores que las han visualizado. Este es el caso del famoso choque entre dos históricos del Mundial de 1982: Harald «Toni» Schumacher, cancerbero de Alemania, y Patrick Battiston, defensa de aquella selección francesa. Ambos protagonizaron uno de esos momentos que serán recordados para la posteridad. El marcador mostraba un empate a uno entre franceses y alemanes. Se produjo entonces un encontronazo entre ambos que convirtió al defensa francés en un saco de huesos y dientes rotos.

Ha pasado ya 36 años, pero Schumacher nunca olvidará ni aquella mítica jugada ni el encuentro: «En términos generales fue el partido más infartante, excitante y emocionante de todos los tiempos. Y eso que jugué finales en dos Mundiales, en Copas y en otros torneos». Schumacher fue héroe y villano la legendaria noche del 8 de julio de 1982 en Sevilla, punto culminante de la rivalidad futbolística entre ambos países. La semifinal estaba igualada 1-1 cuando Patrick Battiston recibió el balón en la media luna del área alemana, pero sólo tuvo tiempo de tocarlo una vez con suavidad antes de que el arquero alemán le arrollara con una fuerza brutal.

El árbitro ni siquiera cobró falta, pero el choque obligó a Battiston a dejar el campo con una conmoción cerebral y con varios dientes menos. Y Alemania avanzó a la final en la tanda de penaltis gracias a dos paradas de Schumacher: «Intento rescatar siempre lo positivo. A lo largo de los años la gente sólo preguntaba por lo de Battiston y no sobre los penaltis. Para mí y para Patrick el tema terminó cuando le pedí diculpas y aceptó. ¡Y punto!». Schumacher sigue siendo la figura más recordada de esa dramática victoria: «Un partido siempre tiene muchos ganadores. Tuvimos que remontar primero un 3-1 en contra. Klaus Fischer marcó el 3-3 en la prórroga y Horst Hrubesch el penalti decisivo».

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