Nacho posa en Las Rozas para ABC
Nacho posa en Las Rozas para ABC - ISABEL PERMUY

Italia-EspañaNacho: «Los récords en el Madrid solo valen si hay títulos»

Pese a no ser titular en su club, el defensa se ha ganado la confianza de Lopetegui por su buen trabajo y por su polivalencia y comparte la emoción en esta semana decisiva para España

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Nacho Fernández Iglesias (Madrid, 18 de enero de 1990) no se ha lesionado jamás siendo profesional, pero jamás de los jamases. Nunca se ha perdido un partido por problemas físicos y la última incidencia la tuvo en 2001, cuando era infantil y se dañó un tobillo. Es un jugador siempre disponible, un jugador que trata de enterrar la coletilla del «Nacho siempre cumple» que le persigue en las calificaciones de los diarios para ser algo más que eso, un jugador que gusta a todos los entrenadores y que, en buena parte por su polivalencia, se ha ganado también la confianza de Julen Lopetegui. Pese a haber disputado solo 225 minutos de Liga, el seleccionador le ha incluido para los encuentros de mañana contra Italia y del domingo ante Albania, importantísimos en la fase de clasificación para el Mundial.

—¿A usted le sorprende la llamada de Julen Lopetegui?

—Estoy muy contento, venir aquí es una alegría enorme. ¿Lo esperaba? Bueno, sabía que estaba haciendo las cosas muy bien en mi club, aprovechando las oportunidades que me estaba dando el míster, y lógicamente no es que me lo esperase, pero es una buena opción para mí.

—¿Le sirve en estos casos ser tan polivalente?

—Puede ser, sí. Para los entrenadores seguramente es importante tener a jugadores que pueden trabajar en distintas posiciones y quizá eso sea una ventaja para mí. Siempre digo que me siento más cómodo de central, pero todo lo que sea jugar es bueno para mí.

—¿Es central antes que lateral?

—Sí, desde pequeñito me siento cómodo ahí. He jugado siempre toda la vida como central, aunque luego me han utilizado de lateral. Con diez años, entré de medio centro. Pero fue solo una temporada ya que luego pasé a ser central hasta el Castilla.

—¿Qué le da a un niño para querer ser defensa en vez de marcar goles?

—Yo disfruto defendiendo. Es una posición que me gusta mucho. Es verdad que hay algunos jugadores que nacen con el gol, que solo piensan en la portería, pero yo en cambio prefiero impedirlos.

—¿Usted en quién se fijaba?

—Hablando de Italia, que es el rival de este jueves, me gustaba muchísimo Fabio Cannavaro. Pero siempre he dicho que mis referentes son Sergio Ramos y Fernando Hierro.

—Ser defensa en el Madrid debe de ser extraño.

—Es una gran responsabilidad. Es algo muy importante, no es una posición nada fácil. Tienes muchos ojos pendientes de ti, la defensa se mira con lupa. Es muy bonita esa posición porque cuando lo haces bien también lo valoran más.

—Y cuando lo hace mal, látigo.

—Sí, pero es por la responsabilidad. Si cometes un fallo, se ve mucho más. Tengo la suerte o la desgracia de que la competencia aquí es enorme y eso me hace mejor jugador.

—Su caso es el de la supervivencia del canterano en un club en donde es muy difícil quedarse.

—En el Real Madrid siempre hay fichajes, y suelen ser muy caros. La supervivencia del canterano nunca es fácil, pero estos últimos años se está trabajando muy bien, somos ya varios los que estamos en el primer equipo y estamos dando la cara por este escudo. Es lo que nos enseñan desde pequeñito y queremos que haya más.

—¿Desmotiva ver que llegan cada verano tantos jugadores buenos y por tanto dinero?

—Es el Madrid. No es que llegue el verano y te pongas nervioso, pero sabemos perfectamente que durante el año has de hacerlo muy bien para ganarte la confianza del entrenador y del club. Aquí cada año has de ir a más, si te estancas en el Real Madrid no sirve para nada.

—¿Qué recuerda de su infancia?

—Recuerdo jugar con mi hermano (Álex, ahora en el Elche), estar con él en el Castilla. Esos fueron años muy bonitos. Compartí vestuario con gente que está aquí como Morata o Carvajal. Cuando estás desde pequeñito en el Madrid ves que van pasando jugadores y al primer equipo llegamos muy pocos. De mi generación, creo que dos. Esa presión constante te obliga a hacerlo muy bien.

—¿Era de jugar en la calle?

—Sí. Me acuerdo con mi hermano, salíamos con la panda de amigos y nos lo pasábamos genial. Creo que ahora se está perdiendo un poquito de eso y creo que es malo. Es una pena porque jugar en la calle te libera de las nuevas tecnologías. Es verdad que antes no había tantas, te tenías que entretener con el fútbol. No sé cómo, pero debería promocionarse un poco más.

—¿El futbolista está robotizado?

—Parece que los niños solo juegan al fútbol cuando se van a entrenar y debería ser todo lo contrario. Con mi hermano montábamos la portería hasta en la habitación de casa, mi madre nos quería matar.

—¿Muchos cristales rotos?

—Bastantes, sobre todo algún farolillo en el jardín y mi padre también nos echaba unas broncas tremendas.

—¿Tiene algo que decir del «Nacho siempre cumple»?

—Es una coletilla que se me ha quedado, a veces para bien y otras para mal. Puedo jugar un partido muy bueno y sabes que mereces que te pongan algo mejor. Y lo mismo a la inversa. Espero que esa coletilla vaya cambiando porque voy a ir a más.

—¿Le molesta, pues, tener siempre un 6 en las notas?

—Sí, bueno, es lo que le digo. Hay veces que haces un partido muy bueno y... Lógicamente no es lo más importante, pero la coletilla la tienes ahí y molesta un poquillo. Hay que hacerlo bien y en el Madrid hay que hacer partidos de 10.

—Los del equipo no parece que estén siendo de 10, precisamente.

—Llevamos cuatro partidos regulares. Alguno no lo hemos merecido empatar, pero ahí están. No estamos consiguiendo todas las cosas que queremos y no sabemos qué pasa. Lo importante es que el equipo está trabajando bien. Quizá al principio de los partidos no nos estamos metiendo bien desde el minuto 1 y eso nos está costando algún punto.

—Hace un mes eran los mejores y el otro día le llegaron a preguntar a Zidane si el equipo estaba en crisis.

—Bah, eso pasa todas las temporadas y más en el Real Madrid. Aquí cuando pasa algo bueno es todo positivo y cuando se tuerce, como ahora, parece que todo es crisis... Hay que tener tranquilidad. A principio de temporada parecía que lo habíamos ganado todo y los récords al final no valen para nada. Los récords en el Madrid valen si hay títulos, no hay más. Desde la tranquilidad, tenemos que volver y encontrar el camino. Este parón nos irá bien.

—¿Qué ha aprendido de Zidane?

—Tiene mucho carácter, las ideas muy claras. Está enseñando bastantes cosas a la línea defensiva y en mi caso me corrige bastante. Eso es muy positivo. El año pasado hicimos una gran temporada que acabó con el título de la Champions y ojalá este año podamos lograr los objetivos.

—¿Trabaja la defensa?

—Sí, sí, la trabaja. Es verdad que fue hombre de ataque, pero trabaja todo y transmite mucho.

—En la selección se reencuentra con Julen Lopetegui.

—Le tuve en el Castilla y en la sub 21, fuimos campeones del Europeo. También tiene mucho carácter, del Norte. Imprime la fuerza que necesita la selección y se vio en los primeros partidos. Ahora tenemos una prueba de fuego.

—Es, básicamente, la semana decisiva para estar en el Mundial de Rusia.

—El camino es muy largo, pero todo el mundo sabe que estos dos partidos contra Italia y Albania son muy importantes. Sobre todo el de Italia, va a ser un gran partido, muy bonito y especial. Sabemos que no es definitivo, pero ganando das un paso importante.

—¿Percibe cierto desapego después de acostumbrarse al caviar y ahora encadenar dos chascos?

—Lógicamente, pero es lo que dice. El caviar es muy bueno, fue muy bueno. Dos Eurocopas y un Mundial... ¡Es que es tan complicado conseguir eso! El listón está muy alto y todo lo que hagas después parece que hay que compararlo. Ahora hay que buscar un grupo y una piña para hacer cosas importantes.

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