En su intento por adaptarse a los nuevos tiempos, la FIFA está decidida a probar el uso del vídeo para corregir errores arbitrales. Dentro del sistema ideado por el organismo, llamado Árbitro Asistente de Vídeo (VARs por sus siglas en inglés), habrá una especie de laboratorio con imágenes de cada partido al que el árbitro principal podrá consultar en caso de duda.
No será un recurso para juzgar todas las situaciones, ya que eso haría demasiado pesados los encuentros y paralizaría mucho el juego, sino que está reservado para determinadas acciones que tengan que ver con las jugadas que terminen en un gol o los goles fantasmas, los penaltis, las jugadas que terminen en tarjeta roja o la aclaración de un nombre amonestado.
Es el árbitro el que puede pedir la ayuda del VARs, aunque también puede recibir la sugerencia por parte del VARs de reconsiderar una decisión. En un primer momento, son los asistentes de vídeo los que analizan las imágenes y toman una decisión en base a ellas y es el árbitro el que se fía de ellos o, si no, puede ver él mismo las imágenes y decidir si tiene dudas.
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