El adiós de Míchel , esperado por los malos resultados del Málaga , no ha sido uno más en la carrera del entrenador. Aunque sabe que por su profesión siempre tiene preparada la maleta, el despido del club albiazul le ha dolido, por el apego a la ciudad y por los sentimientos que le unían al club.
«Hacerte sentir que serás eterno en este club es una vivencia exclusiva gracias a aquellos que trabajan y colaboran con el Málaga uniendo vocación y sentimiento », explica el técnico en una carta publicada en sus redes sociales.
En la misiva, Míchel agradece a todos sus colaboradores su dedicación y pide perdón a los jugadores por no haberles hecho mejores.
Por último, el entrenador madrileño lanzó un guiño a la afición. A los que le seguían «animando por la calle y a los del ' Míchel vete ya '». Públicó que deberá ayudar a partir de ahora al Málaga para que abandone la zona de descenso a Segunda división.
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