Las dos caras de Ter Stegen

Marc Andre Ter Stegen no es un portero cualquiera. Su juventud le hace ser un futbolista con una enorme proyección, aunque a sus 22 años le quedan muchos aspectos por pulir aún si quiere asentarse en la élite. La visita del Manchester City al Camp Nou sacó las dos caras del alemán. Su agilidad bajo palos se contrapuso a la enorme confianza que tiene jugando con los pies y que estuvo a punto de jugarle una muy mala pasada ante los de Pellegrini.

Ter Stegen levantaba la mano pidiendo perdón a sus compañeros. Piqué, Mathieu y Alba le rodeaban y aplaudían mirando a la grada, como pidiendo el perdón de la afición para su portero. El pecado había sido aventurarse a intentar regatear fuera del área a Agüero

, perder la pelota y sembrar el pánico en el Camp Nou. Por suerte para él, el argentino no acertó en su disparo lejano y esquinado a puerta vacía. Aún con el susto en el cuerpo, la grada no lo dudó e indultó de inmediato a su portero.

El alemán ha demostrado en sus pocas apariciones esta temporada que maneja a la perfección el juego con los pies y sus compañeros se apoyan mucho en él cuando los rivales presionan. Pero su juventud le hace perder la cabeza en alguna ocasión y Luis Enrique tendrá que charlar con él para intentar hacerle ver que hay algún tipo de jugadas que sobran, por muy bueno que sea con los pies.

Pero Ter Stegen también tiene una cara buena. Y es muy buena. Es muy ágil bajo palos y eso le permitió salir como un héroe del Camp Nou tras el partido del City, a pesar de su error con los pies. Porque el portero azulgrana acabó resultando fundamental y evitó una jugada que podría haber cambiado el curso de la eliminatoria. A poco más de diez minutos para el final, le detuvo un penalti a Agüero estirándose a su derecha y haciendo estallar a la grada. El "Kun" le miraba impotente, pero el alemán le había ganado la partida. Ya nadie se acordaba del fallo anterior. Fue uno de los héroes de la velada. Y es que Ter Stegen no deja a nadie indiferente.