Frank de Boer, mejor colocado para sustituir a Luis Enrique en el Barcelona

Según diversos medios, Bartomeu ya habría llegado a un pacto con el padre de Messi: si no se reconduce la situación entre Luis Enrique y el jugador argentino, el club ya habría elegido: el técnico fuera y se queda Messi. Algo lógico pues la cuerda siempre se rompe por el lado más débil.

De hecho, no es la primera vez que Luis Enrique está en la cuerda floja. Ya a finales del año pasado se especuló con que el entrenador asturiano tenía problemas en el vestuario dado su carácter autoritario y poco conciliador, algo que no casa con una plantilla llena de figuras y, por lo tanto, de complicados egos.

En aquel entonces se habló de Marcelo Bielsa, de Rafa Benítez (de este porque Eduardo Macía, del que ahora se habla para sustituir a Zubizarreta, es hombre muy apegado a la casa y está muy ligado al mismo tiempo al actual entrenador del Nápoles).

Sin embargo, el nombre que cobró más fuerza fue el de Frank de Boer.

El entrenador del Ajax se fraguó en la filosofía de Joan Cruyff. Llegó al equipo de toda su vida y aplicó la teoría del juego barcelonista: mucho toque, posesión y verticalidad en los últimos metros. De Boer incluso se postuló a ser entrenador del Barça en un momento dado: «Es mi sueño», decía en petit comité.

Antes de medirse al Barcelona, De Boer confesó en una entrevista que aplicaba métodos de posesión y de sacar el balón jugado tal y como hace el Bayern de Múnich en alguna jugada. Un claro ejemplo de qué tipo de estilo practica y defiende.

El mismo Luis Enrique fue preguntado por él en la rueda de prensa previa al Ajax-Barcelona: «Me parece que como entrenador está consiguiendo títulos. Tiene condiciones para ser un entrenador de alto nivel y sería un proceso normal que pudiera acabar en el Barça, lo veo una buena combinación», dijo. Puede que sus palabras de entonces se conviertan ahora en su propia tumba.