CiclismoTriunfo de Calmejane en un día sin sobresaltos para Froome

El joven francés gana en la Estación des Rosses en una jornada en la que reinó la calma tensa dentro del pelotón

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Chris Froome y el equipo Sky solventaron sin problemas la primera etapa en el macizo del Jura. El británico se apoyó en sus compañeros para mantener a raya a sus rivales y evitar sustos innecesarios antes del domingo, cuando los ciclistas afrontarán tres puertos de categoría especial. Aún así, la etapa estuvo plena de emoción, con Gesink y Calmejane luchando por el triunfo hasta el último momento, con el francés del equipo Direct Energie cruzando la línea de meta en primer lugar.

La imagen agónica de Calmejane rumbo al éxito invitaba a empujarle. A darle un último aliento. Pleno de calambres y con las fuerzas en la reserva, el joven francés apuraba los metros para alcanzar su primera victoria en el Tour.

En casa. Un triunfo que le confirma como uno de los ciclistas con más proyección después de la etapa que ya ganó en la Vuelta a España en su primer año como profesional.

El ciclista del Direct Energie fue uno de los miembros de la escapada del día. Un grupo de unos trece corredores que se marcharon del pelotón mediada la etapa con el visto bueno del Sky. Ahí había nombres conocidos como el de Van Avermaet o Thomas de Gendt y un semidesconocido Lilian Calmejane, por el que pocos apostaban en ese momento.

Ya en el último puerto, las unidades en cabeza se redujeron, mientras en el pelotón reinaba la calma tensa. Nadie se atrevía a atacar a Froome, que sufrió un susto en uno de los descensos del día, y que el domingo sí que tendrá que mostrar su fuerza si quiere ganar otro Tour de Francia.

Con la general controlada, las miradas se volcaron hacia el triunfo de etapa. Roche, Powels, Gesink y Calmejane circulaban ligeramente por delante del resto. El ataque del francés sorprendió a sus compañeros de fuga y solo el holandés tuvo fuelle para salir a por él tras unos segundos de incertidumbre.

La caza de Gesink durante casi quince kilómetros parecía estéril hasta que a Calmejane le atacaron las dudas. El francés comenzó a sufrir calambres en sus piernas y tuvo que frenar. Aliento para Gesink que estaba a menos de medio minuto. La agonía del equipo Direct Energie les acompañó en esos últimos kilómetros que desembocaron en una alegría inmensa al cruzar la línea de meta. Un día de felicidad para ellos y uno menos para Froome, que el domingo tendrá que apretar los dientes para ver si éste también es su Tour de Francia.

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