Imagen del cuarto partido de la final de la NBA entre los Cavaliers y los Warriors
Imagen del cuarto partido de la final de la NBA entre los Cavaliers y los Warriors - AFP

NBA Finals 2017Los Cavaliers siguen con vida

Kyrie Irving y LeBron James fuerzan el quinto partido en una demostración de poder ofensivo

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Kyrie Irving, con 40 puntos, incluidos siete triples, surgió como el gran líder encestador de los Cleveland Cavaliers que arrollaron por 137-116 a los Golden State Warriors en el cuarto partido de las Finales de la NBA y evitaron la barrida.

Irving llegó al partido con la mejor inspiración encestadora en lo que va de la serie que dominan los Warriors por 3-1 y junto a LeBron James, que aportó su segundo triple-doble consecutivo, noveno como profesional en los playoffs, desde el primer cuarto dejaron ya definido el partido a su favor con un parcial de 49-33.

Los Cavaliers ampliaron la ventaja al descanso con el parcial de 86-68, la máxima anotación que se ha conseguido hasta ahora en las Finales tras superar los 79 que lograron los Boston Celtics ante Los Angeles Lakers, el 27 de mayo de 1985.

James, que superó a Michael Jordan en el tercer lugar de la lista de máximos encestadores en las Finales de la NBA, lo hizo con la primera canasta que anotó en el partido una penetración perfecta, logró 31 puntos (11-22, 3-8, 6-10), 11 asistencias y 10 rebotes.

El triple-doble también le permitió batir otra marca histórica al superar los ocho que consiguió el legendario Magic Johnson con Los Angeles Lakers en la competición de los playoffs.

Los Cavaliers, una vez más, utilizaron, con permiso de los árbitros, todo tipo de acciones de juego duro que perjudicaron a los Warriors, y hasta el propio James perdió la deportividad al enfrentarse verbalmente con el alero Kevin Durant para generar, como hizo el año pasado con el ala-pívot Draymond Green, la provocación buscando su expulsión y posterior sanción.

No lo consiguió, pero evitó que los Warriors pudiesen remontar en el cuarto periodo cuando después de estar abajo 18 puntos se colocaron a sólo 11 (113-102) y 11 minutos por jugarse.

La actitud antideportiva de James también se extendió a otro aficionado del círculo personal de la estrella de los Cavaliers que fue expulsado del partido después de ofender verbalmente al alero reserva de los Warriors, Matt Barnes.

Ante este ambiente, los Cavaliers lograron mantenerse con vida en la lucha por el título de la NBA, que defienden como campeones, y les rompieron a los Warriors la marca perfecta de 15-0 que tenían en la fase final, algo que nadie hasta ahora había conseguido.

Ningún equipo en la historia de la NBA ha remontado una desventaja de 0-3, pero los Cavaliers el año pasado ya superaron el 1-3 con que llegaron también al quinto partido, que se jugó en el mismo escenario del Oracle Arena de Oakland, donde el lunes volverán a enfrentarse.

Durant, con 35 puntos, fue el líder del ataque de los Warriors que tuvieron a cinco jugadores con números de dos dígitos, incluidos el base Stephen Curry que esta vez desapareció como sucedió el año pasado en los partidos que perdieron el equipo de Golden State al anotar sólo 14 tantos, por 13 que tuvo el escolta Klay Thompson.

Ambos jugadores esta vez no pudieron ser factor ganador de los Warriors y ahí estuvo una de las claves de la derrota del equipo de Golden State, que espera no repetir el colapso histórico que sufrió el año pasado al ponerse en la misma situación de ventaja de 3-1.

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