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Liga Endesa

Juan Carlos Navarro, el más fiel de la ACB

El escolta catalán se convertirá el domingo en el jugador ACB con más partidos disputados con el mismo club

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Llegar a disputar 621 partidos en la ACB es algo que solo un puñado de jugadores han logrado a lo largo de la historia. Hacerlo con la misma camiseta, con un único escudo en el pecho, es un hito solo al alcance de leyendas como Juan Carlos Navarro, que el domingo ante el Movistar Estudiantes igualará a Rafa Jofresa en ese apartado de insólita fidelidad, imposible de alcanzar hoy en día por ningún otro jugador de la Liga.

Cuando Juan Carlos Navarro dio el salto a la NBA, tardó apenas unos días en darse de que su sitio estaba en Barcelona. El escolta jugó en los Grizzlies toda la temporada, pero lo hizo convencido de su regreso a casa al año siguiente.

Un viaje de ida y vuelta a los orígenes. Al club de toda su vida. Un ejemplo de fidelidad que mañana le convertirá en el jugador que más partidos ha jugado en la ACB con una misma camiseta. Rafa Jofresa, al que Navarro igualará en ese apartado antes de superarle en las próximas semanas, jugó hasta 756 encuentros en la máxima categoría del baloncesto, pero lo hizo defendiendo tres camisetas diferentes en sus veinte años como profesional: Juventud, Gerona y el propio Barcelona. Allí coincidió con un jovencísimo Navarro, que comenzaba a dar sus primeros pasos en la ACB, donde debutó en 1997 con solo 17 años. Un relevo imaginario entre el jugador con más encuentros en la Liga y el que aspira a sucederle en ese trono en los próximos años. En aquel partido, ante el Granada, comenzaba una historia de amor inquebrantable y desde entonces, el capitán azulgrana no ha conocido otro escudo en España que el del Barcelona. 620 encuentros en la ACB y más de mil si tenemos en cuenta los que ha disputado en la Euroliga, la Copa del Rey y el resto de competiciones oficiales.

Porque hay Juan Carlos Navarro para rato. A pesar de las lesiones, que le hicieron pasar un período gris en el último año y medio, el capitán azulgrana ha resurgido para volver a su mejor versión. Imprescindible de nuevo para Xavi Pascual, esta temporada ha olvidado al fin los dolores en la planta del pie y puede centrarse en la cancha. «Cuando te encuentras bien puedes hacer muchas más cosas. Yo este año me estoy encontrando bien, porque he trabajado mucho para ello. Espero que dure toda la temporada», señalaba hace unos días el catalán, clave en el triunfo azulgrana en casa del Real Madrid.

Fugacidad de las estrellas

El caso de Navarro es antagónico a la tendencia ACB de la última década y media. La crisis económica y el baile de pasaportes han hecho que la fugacidad de estrellas sea la nota común en las plantillas. Resulta complicado asistir a casos como el del capitán azulgrana, ya que cada nueva campaña se renuevan casi totalmente los vestuarios. Jugadores que van y vienen de uno a otro equipo. Cambio de cromos y éxodos a Turquía o Rusia, donde se paga mucho más. Eso crea un problema de identidad que perjudica en gran medida la fidelización de la grada. El Real Madrid de los récords ha conseguido reducir esas idas y venidas en los últimos años y su éxito reciente tiene su base, en buena medida, en esa estabilidad. Un amor por los colores que Juan Carlos Navarro encarna como nadie. El jugador más fiel de la ACB, que mañana se convertirá, si no lo es ya, en leyenda de la Liga en general y del barcelonismo en particular.

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