Eurobasket femeninoEspaña aplasta a Francia y agarra el oro

Las de Mondelo fueron muy superiores a las galas tanto en defensa como en ataque (71-55)

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En las horas previas al partido, Lucas Mondelo, un auténtico filón a la hora de realizar declaraciones llamativas, comparó al al conjunto español con un pequeño roedor y al equipo francés con un elefante, por su rocosidad. «Vamos a enfrentarnos -dijo el seleccionador nacional- dos estilos de baloncesto: uno con capacidad para jugar con bote y pase; y un baloncesto físico, de arrollar, de kilos… vamos a ver si los ratones colorados son más listos que los elefantes». El final de este cuento no pudo resultar más feliz para las españolas, que fueron no solo más listas, sino también más rápidas y más fuertes que las francesas. Un recital de baloncesto para agarrar el tercer oro continental en la historia del baloncesto español.

Las jugadoras españolas entendieron perfectamente la lección de su técnico y salieron a jugarle al elefante con las armas del ratón. Inteligentes, rápidas y ágiles, las españolas se pusieron con una interesante renta de seis puntos (18-12) gracias a la inspiración de una enorme Alba Torrens y a la rapidez que es marca de la casa. Pero el elefante, que había empezado con muchos nervios y precipitación, se desperezó a tiempo para nivelar el marcador (18-18). Un nuevo triple de Torrens estableció el 21-18 al final del primer cuarto. Esperanzador bagaje para una batalla que se adivinaba larguísima.

Sequía francesa

En el segundo cuarto, España siguió mandando en prácticamente todas las facetas del juego: gran defensa, buen rebote y, sobre todo, un fantástico porcentaje en el lanzamiento exterior. El poderío interior francés -a priori, su gran baza- era anulado completamente por el inconmensurable trabajo de Lyttle y Nicholls. Y por si esto fuera poco, las españolas se pusieron a correr al contraataque. Gracias a todo ello, España tomó una ventaja de doce puntos (32-20) mediado el segundo cuarto. La seleccionadora gala llamó a las suyas a capítulo y logró recortar el tanteo otra vez a cinco puntos (32-27) gracias a la aparición de la veterana Céline Dumerc, palabras mayores cuando está inspirada.

El partido entraba en el terreno más favorable para las francesas. Mucho físico, mucho contacto bajo los tableros (Mondelo se quejó amargamente de la persimividad arbitral), ante las cuales las españolas sacaron todo su talento. Dos canastas imposibles de Silvia Domínguez y de Sancho Lyttle volvieron a ampliar la ventaja hasta el 39-30 del descanso. Francia se había quedado en el segundo cuarto en solo doce puntos. Y no por casualidad. La enorme defensa de las de Mondelo fue la clave.

Esa dinámica continuó a la salida de los vestuarios. Mientras Alba Torrens seguía a lo suyo -anotar desde todos los lugares posibles- las francesas no conseguían salir del atasco en el que andaban metidas. La ventaja se fue hasta los trece puntos (45-32). Con Francia totalmente desquiciada (no anotaba ni de lejos ni de cerca) y ante la oportunidad de romper definitivamente el partido, a las españolas les entró algo de vértigo. Varias acciones precipitadas y una colección de tiros libres fallados impidieron marcharse más allá de los veinte puntos. Increíble, pero cierto.

Aún así, los 16 puntos de renta con los que afrontaba el último capítulo del encuentro se vislumbraban casi inabordables para las francesas. Por mucho que el día anterior las francesas habían demostrado ante Grecia que son capaces de lo peor, pero también de lo mejor, a España le bastaba con tener un poco de calma y de paciencia para al menos mantener las distancias. Las discípulas de Mondelo pasaron a jugarle a sus rivales a las cuatro esquinas, moviendo y moviendo el balón en larguísimas posesiones. Al fin y al cabo, el reloj corría a favor de las hispanas, que llevaban todo el partido haciendo los deberes y no iban a tirarlo todo por la borda en el examen final.

Lyttle y Cruz terminaron por apuntillar a las francesas al establecer un escandaloso 71-48 a falta de dos minutos. Colorín, colorado, el cuento había terminado. En contra de la ley de la gravedad, los ratones colorados habían aplastando al elefante.

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