Junco ojioscuro. Algunos migran en invierno, pero otros prefieren no hacerlo
Junco ojioscuro. Algunos migran en invierno, pero otros prefieren no hacerlo - C. BILLMAN

Viajar mucho envejece a algunos pájaros

La migración acorta los telómeros de los juncos ojioscuros, lo que está relacionado con un envejecimiento prematuro

MADRID Actualizado: Guardar
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Los telómeros, una tapadera situada en los extremos de los cromosomas donde se almacena el ADN, se acortan cada vez que las células de un animal se dividen. Por eso, la longitud que tienen son como un termómetro que dice cómo de viejo es un animal, y la cantidad de enfermedades que se puede esperar que padezca con el tiempo.

Por eso, en los animales la longitud de los telómeros puede usarse como un indicador de su nivel de bienestar. En este sentido, según un artículo publicado este miércoles en « The Auk: Ornithological Advances», las migraciones parecen llevar a un fenómeno de envejecimiento acelerado y a una muerte más temprana, puesto que los telómeros son más cortos en aves migratorias que en aves no migratorias.

«Analizamos la longitud de los telómeros para entender cómo les afectaba la migración», ha explicado a ABC Carolyn Bauer, investigadora en la Universidad de Dakota del Norte y primera autora del estudio. «La migración supone un gran coste energético, pero partimos de la base de que si lo hacen es porque los beneficios superan a los perjuicios, pero, ¿es así?».

En teoría, las migraciones les permiten a los pájaros aprovecharse de nuevas fuentes de alimentos y, al mismo tiempo, esquivar el tiempo meteorológico mas dañino.

Pero, después de comparar la longitud de los telómeros de 11 ejemplares migratorios y 22 no migratorios de junco ojioscuro (Junco hyemalis), todos ellos con un año de edad para evitar el acortamiento a causa del paso de los años, los investigadores han concluido que los que migran tienen telómeros más cortos, lo que sugiere que su modo de vida les pasa factura.

Pero si migrar tiene un coste así, ¿por qué lo siguen haciendo? «Quizás invierten más en reproducción que en supervivencia», ha sugerido Bauer. Quizás, como ha dicho, gracias a las fuentes de comida que pueden encontrar cuando migran, podrían sacar adelante a más pollos aunque su estado de salud se deteriorase más rápidamente.

Estudios anteriores han sugerido que la vida en las ciudades, asociada a la luz, ruido y a la presencia de estructuras humanas, acortaba la longitud de los telómeros de algunas aves. Bauer espera ahora seguir investigando este asunto para averiguar si la longitud de los telómeros se correlaciona con la longitud del viaje migratorio realizado.

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