El manuscrito Voynich, ¿descifrado?

Los expertos cuestionan la última «solución» a uno de los libros más raros del mundo

Una página del manuscrito Voynich WIKIPEDIA
Mónica Arrizabalaga

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«La solución al Manuscrito Voynich ». El artículo de Nicholas Gibbs publicado recientemente en el Times Literary Supplement prometía. Con sus desconcertantes dibujos de mujeres desnudas inmersas en alguna mezcla o rodeadas de tubos y chimeneas, sus ilustraciones astrológicas o de plantas no identificadas y el enigmático idioma en que fue escrito en el siglo XV, el manuscrito Voynich está considerado como «el más misterioso» del mundo. Historiadores, criptógrafos, lingüistas, filólogos, investigadores aficionados de todo tipo de disciplinas... incluso la CIA ha intentado descifrar su contenido . Sin ningún éxito, hasta la fecha. De ahí el enorme interés que despertó la noticia de que alguien había logrado romper el enigmático código. Aunque fuera la enésima teoría que pretende resolver el misterio.

Gibbs, que se presenta como investigador de Historia, sostiene que el manuscrito que actualmente se conserva en la Beinecke Library de la Universidad de Yale (EE.UU.) es un tratado médico sobre la salud de las mujeres escrito en una versión abreviada de latín medieval . La obra habría contado con un índice de abreviaturas, precisamente entre las hojas hoy perdidas.

Ilustración del manuscrito Voynich WIKIPEDIA

El experto en latín medieval critica que la demostración de Gibbs se limite a descifrar dos líneas «cuyo resultado en lengua latina resulta prácticamente incomprensible », cuando de la decodificación de documentos diplomáticos antiguos resulta «siempre» un mensaje coherente y con sentido. « Tampoco es equiparable al lenguaje empleado en los tratados médicos, botánicos o astrológicos medievales que se han sugerido como posibles fuentes del manuscrito Voynich».

Gibbs da por hecho que entre las hojas perdidas del mutilado manuscrito se encontraría el «index» con las claves para interpretar las abreviaturas, cuando «esto es sustentar una hipótesis sobre otra que, además, es indemostrable» y además « poco congruente ». Si se escribió en un lenguaje cifrado para evitar su lectura a cierto público, no tiene sentido ofrecer las herramientas para descifrarlo en el mismo manuscrito.

Dos líneas traducidas

Además, no se anuncia la publicación de ningún trabajo más extenso y elaborado que aplique su hipótesis a todo el manuscrito, algo «esencial» para poder comprobar sus posibilidades. «Hasta que los resultados no sean definitivos, con un aporte mayor de datos fehacientes (índices, traducción completa...), no se puede dar por concluyente la solución aportada por Gibbs », subraya Juan Carlos Galende , profesor del departamento de Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad Complutense.

El autor del libro «Criptografía. Historia de la escritura cifrada», se muestra «escéptico» con la solución aportada por Gibbs, aunque la idea de que el Manuscrito Voynich sea un tratado médico tampoco es nueva. « Últimamente los especialistas se inclinan a pensar que estamos ante un manual de medicina redactado durante el periodo bajo medieval (siglo XV)», apunta Galende.

Jorge Dávila , director del Laboratorio de Criptología de la Universidad Politécnica de Madrid, cree que «no se puede tomar en serio» una teoría que solo presenta dos líneas supuestamente traducidas. «Independientemente de qué formación o capacidades pueda tener el autor de la pretendida solución, lo que está claro es que la solución debe serlo de todo el Manuscrito y no solo de un par de líneas », subraya.

Las conjeturas hechas a raíz de los dibujos, que son una parte muy significativa de la obra, pueden apuntar a un discurso «posible, pero no necesariamente cierto». Por eso Dávila considera que no se puede considerar el problema resuelto «mirando solo a los dibujos e interpretándolos de una manera no contrastable». Esta teoría, aventura el experto en criptología, « pasará sin pena ni gloria al olvido » como otras muchas.

A juicio de Mesa Sanz, «Nicholas Gibbs ha contribuido a sembrar demasiadas dudas sobre la solvencia de su hipótesis». La solución para el manuscrito Voynich «todavía está lejos de conseguirse» , asegura. Desde hace años está escaneado a alta resolución , a disposición de todo el que se anime a intentarlo.

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