Cultura

Voynich, el último códice medieval por descifrar

La editorial burgalesa Siloé clonará el mayor enigma editorial de la Edad Media, que actulamente alberga Yale

BURGOS Actualizado: Guardar
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Escrito en el siglo XV en una lengua desconocida, el Códice Voynich se ha convertido en el libro más críptico e insondable de la historia. Custodiado en la Biblioteca Beinecke de la Universidad de Yale, en dos años será más accesible gracias a los facsímiles que realizará la editorial burgalesa Siloé Arte y Bibliofilia.

El misterio ha rodeado a este códice desde sus orígenes y, hasta ahora, nadie ha conseguido descifrarlo. Son pocas las cosas que lo rodean que pueden afirmarse con rotundidad. Lleva el nombre de su último descubridor, Wildrid Woynich, un anticuario polaco que lo adquirió a los jesuitas en 1912. El carbono 14 ha permitido datar sus pergaminos entre 1404 y 1438. Su antigüedad es uno de los pocos datos claros de este códice de 252 páginas que ha sido atribuido a diversos personajes históricos, desde el filósofo, científico y teólogo franciscano Roger Bacon al matemático, astrónomo y consultor de la Reina de Inglaterra Isabel I, John Dee.

En idioma desconocido

A lo largo de la historia son innumerables los expertos que se han acercado este códice para intentar resolver sus misterios e incluso se habla de la «voynichología». Se desconoce el idioma en el que está escrito o si se trata de un código criptográfico sobre cuyo contenido sobrevuelan distintas teorías basadas, entre otras cosas, en sus imágenes. Así encontramos una especie de herbolario pero con plantas que no han sido identificadas, lo que parece un tratado de astronomía y cosmología o incluso una serie de recetas alquímico-esotéricas, lo que ha llevado a postular que sea desde un testamento élfico al diario de un extratrerreste.

Juan José García y Pablo Molinero, editores de Siloé, no dudan en mostrarse orgullosos de haber sido elegidos para «copiar» este Códice Voynich que consideran «el libro más famoso del mundo». Se trata de uno de los «sueños» de esta editorial burgalesa que cumplirá el próximo año dos décadas de andadura en las que ha conseguido, entre otras cosas, 12 premios nacionales del Ministerio de Cultura a la mejor labor editorial en la modalidad de facsímiles y ser expositores habituales en las ferias de París, Nueva York o Francfurt.

García recuerda la «emoción» de la primera vez que vieron «en directo» el Voynich y ahora trabajan en preparar todo para iniciar su reproducción entre los meses de febrero y marzo. Desde Burgos coordinarán el trabajo de unos veinte profesionales españoles de distintos gremios para dar al facsímil «todos los detalles del original».

La envergadura del proyecto ha llevado a la editorial a programarla a través de una especie de «crowdfunding» en el que los interesados pueden adquirir su facsímil en la «fase de pre-edición» y, si todo va según lo previsto, podrían tener en menos de dos años uno de los 898 ejemplares numerados.

García destaca que estas copias recrean «perfectamente» el estado actual del códice Voynich tal y como se encuentra en la biblioteca de Yale de modo que pueda provocar «las mismas sensaciones» en el lector. El color, el tacto e incluso el canto envejecido de las páginas son «claves» en este trabajo que tiene «grandes complicaciones técnicas». En este sentido, Molinero señala los numerosos folios desplegables que también serán reproducidos.

La noticia del encargo se ha convertido en viral en las redes sociales y Juan José García señala que ya han recibido numerosas peticiones. Quien sabe si alguno de los destinatarios llegue a descubrir la clave que resuelva el misterio del Códice Voynich que, en todo caso, podrá salir así, con seguridad y gracias a la editorial burgalesa, más allá de las paredes de la biblioteca de Yale.

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