Una mujer come una hamburguesa, en una imagen de archivo
Una mujer come una hamburguesa, en una imagen de archivo - epa

Una de cada cuatro personas obesas, inmunes a los efectos de la comida basura

Un estudio revela que ciertos metabolismos se blindan frente a los riesgos asociados a un peso excesivo

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Un estudio dirigido por un grupo de científicos de la Washington University School of Medicine, en St Louis (Missouri, EE.UU.), reveló que una de cada cuatro personas con obesidad que añadieron mil calorías extra al día a su dieta, a base de comida basura, no sufrieron los efectos derivados de este tipo de alimentación.

Publicado en el Journal of Clinical Investigation, en su número del 2 de enero, el estudio se llevó a cabo con 20 personas que padecían obsesidad. Los investigadores les pidieron que frecuentaran locales de comida basura con el objetivo de sumar a sus cuerpos un peso equivalente al seis por ciento de su masa corporal.

«No fue fácil, es tan difícil conseguir que la gente gane peso como lograr que lo pierdan», aseguró la responsable del estudio, Elisa Fabbrini.

De los 20 sujetos participantes, aquellos que no padecían previamente los problemas asociados a la obesidad (colesterol elevado, presión alta, exceso de grasa en el hígado) tampoco los desarrollaron a pesar de añadir unos siete kilos a su peso, que ya se encontraba muy por encima de lo recomendable.

De acuerdo con los científicos, este hallazgo viene a reflejar lo que ya se había detectado en la población general: que una de cada cuatro personas obesas no sufren complicaciones metabólicas que pueden conducir a ataques al corazón y diabetes, entre otros. Sin embargo, aquellos que ya padecían dichos problemas antes de participar en el estudio vieron agravadas sus complicaciones a causa de la ingesta de comida basura.

Genes salvadores

Los científicos advierten de que, en este campo, es necesario llevar a cabo nuevas investigaciones para esclarecer por qué algunas personas son inmunes a los efectos de la obesidad. «Necesitamos más estudios para intentar entender por qué la obesidad causa enfermedades específicas en algunas personas pero no en otras», corroboró Samuel Klein, director del centro para la nutrición humana de la Washington University.

Una de las direcciones a las que apunta esta investigación es la genética: la gente obesa con metabolismos normales posee más genes que regulan la cantidad de grasa en el cuerpo, y que dispararon su actividad ante el incremento de peso.

Los científicos, una vez concluido el estudio, ayudaron a los sujetos participantes a perder todo el peso que habían ganado o incluso rebajarlo por debajo del que presentaban antes de participar en la investigación.