Gabilondo promete una ley de transexualidad si gana las elecciones

El Centro Cultural de Lavapiés ha sido el lugar escogido como inicio de campaña del Partido Socialista de Madrid. En una sala abarrotada de gente de todas partes del mundo, Ángel Gabilondo, Pedro Zerolo y Carla Antonelli, comenzaron sus discursos alabando la diversidad de Madrid, en un mitin enfocado a las propuestas sociales.

«Este es el primer día de la campaña electoral que hará posible un cambio en la Comunidad de Madrid», empezaba Zerolo, candidato a la Asamblea de Madrid. Han aprovechado Lavapiés, el barrio más multicultural de la capital, para lanzar sus propuestas: sobre políticas públicas, laicidad, descentralización, federalismo y sobre todo, sobre perspectiva de género.

De hecho, una de las propuestas que pusieron sobre la mesa fue la de la Ley Integral de Transexualidad , una ley «que no discrimine por motivos de género».

Una propuesta que el PSM presentó por primera vez en 2010, pero que no pudo sacar adelante por los votos en contra del Partido Popular. Aunque Carla Antonelli, también candidata a la Asamblea y una de las precursoras de la ley, ha admitido que Cristina Cifuentes también incluye esta ley en su programa.

Antonelli ha querido también destacar que son «el único partido con representación en todos los ámbitos», por ello han subido al estrado representantes de distintos colectivos como musulmanes, africanos, gitanos, rumanos, discapacitados, latinos o transexuales, todos ellos representados en el PSM.

Mientras los vecinos de Lavapiés seguían llenando el local, en el escenario se habló de educar contra los estereotipos, de crear un plan autonómico contra el racismo o de recuperar el acceso universal y gratuito a la sanidad, entre otras propuestas.

Por último, Ángel Gabilondo, el candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, dio un discurso edulcorado entre las constantes risas y aplausos en la sala. Gabilondo instó a sus posibles votantes a que sientan que pertenecen a una comunidad, más allá de la burocracia administrativa y llamó a «desarrollar las legítimas rarezas» de cada uno, ya que según él «nuestra rareza es nuestra dignidad [...]. El que no ve esto solo ve votantes, no seres humanos», añadió.

Alabó, al igual que Zerolo y Antonelli, la diversidad de Madrid y lo especial que era para él comenzar su campaña en un centro como el de Lavapiés. También habló de su programa, «un programa para la acción y no para desahogarme», dijo. Criticó también los «discursos xenófobos de algunos» y aprovechó la sala abarrotada para acabar con unas palabras que, según Gabilondo, se dicen poco : «Miren por favor, vótennos».