Cuando los adolescentes se levantan tarde y casi se les junta el desayuno con la comida, ¿es mejor que ya no desayunen?
Una experta en nutrición explica las claves de una buena alimentación para los hijos durante el verano
Con la llegada del verano, las rutinas del resto del año suelen sufrir muchos cambios. Es normal, para eso están. Sin embargo, hay algunos hábitos que conviene mantener para que no perjudiquen la salud. Una gran mayoría de niños han estado comiendo en el colegio y durante los meses de verano son los padres los que deben retomar las riendas de su alimentación en la principal comida del día.
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Según Mariana Silva López , coordinadora del Máster Universitario en Nutrición y Salud de la Universidad Internacional de Valencia , los progenitores deben recordar que la alimentación debe ser variada y equilibrada. «Además, es importante que los niños mantengan una correcta hidratación por lo que una buena opción son las elaboraciones con frutas, verduras y hortalizas de temporada, que además de tomarse al natural, pueden prepararse como batidos, sopas frías e, incluso, congelarse para después añadirlas al agua ya que tienen fibra, vitaminas y minerales».
¿Es habitual que coman cantidades más pequeñas en verano o es un mito?
En verano hacen falta menos calorías para mantener la temperatura corporal. Por lo tanto, hace falta comer menos. Además de que el calor hace que apetezca comer menos cantidad, llenarse menos, aunque se hagan más comidas o se picotee más entre horas. En estos meses hay que ofrecedles comida sana y que coman lo que quieran.
¿Qué importancia tiene mantener los horarios de todas las ingestas que se han mantenido durante el resto del año?
Es importante que los horarios sean parecidos a los que han mantenido durante el curso escolar, de esta manera no se saltaran comidas y seguirán con unos buenos hábitos y no los perderán en el verano.
Muchos padres dicen: ¡Están de vacaciones, qué disfruten y coman lo que quieran! ¿Qué matizaciones les haría como profesional de la nutrición?
Aunque estén de vacaciones es importante mantener una nutrición equilibrada a lo largo de las vacaciones y no abusar de productos ultraprocesados o con alto contenido en azúcar.
En ocasiones se suelen sustituir las meriendas o postres de frutas por helados, ¿cuántas veces a la semana estaría permitido? ¿Qué supone para el niño?
Los helados son productos que se encuentran en la punta de la pirámide nutricional porque su consumo debe ocasional. En teoría una o dos veces a la semana sería lo máximo que los deberíamos permitir, y siempre que la dieta en su conjunto sea equilibrada. Es importante que las materias primas con las que se hacen estos productos sean de buena calidad.
¿Cuáles serían buenos ejemplos de meriendas nutritivas?
La fruta de temporada es la mejor opción. Con ella se pueden hacer polos, batidos o incluso granizados en casa en los que sin añadir azúcares podremos tener una forma diferente de comer fruta. El yogur también puede ser una buena opción para la merienda o un sándwich de pavo. Es importante no abusar de los zumos de frutas ya que tienen una alta cantidad de azúcares.
Y los adolescentes, que muchas veces se levantan muy tarde por la mañana y casi se les junta el desayuno con la hora de comer, ¿es mejor que ya no desayunen?
Siempre es aconsejable seguir una rutina en los horarios de las comidas, independientemente de la edad, saltarse comidas, en este caso el desayuno, puede tener un efecto negativo ya que pueden llegar a la comida con mucha más hambre y comer alimentos menos saludables o mayor cantidad.
Para ellos ,¿sigue siendo también recomendable merendar?
Independientemente de la edad, lo más aconsejable es hacer 5 comidas equilibradas al día y así asegurarnos de tener una correcta alimentación y aportación de nutrientes.
¿Qué productos suelen tomar a estas edades que no son recomendables?
Muchos adolescentes abusan de las bebidas refrescantes y bebidas energéticas en verano: Este tipo de bebidas se deben tomar de una forma ocasional.
