Tic Tac

El tiempo es esa medida que el hombre intenta manejar al son que le conviene. Lo que para la afición puede parecer un suspiro, para el presidente puede parecer un plazo suficiente. Como es el caso del mes de enero, donde los parroquianos ven con desesperación como las hojas del calendario van pasando sin fichajes de refuerzo y el presidente insiste en que se está trabajando, es decir, que queda tiempo aún.

También es una percepción de la propia mente que te hace ver el paso de los acontecimientos más lento o más deprisa. En el Cádiz CF esta semana ha pasado volando. Demasiados acontecimientos y ridículos que gestionar en pocas horas que hacen que el tiempo se vaya entre debates, reproches o mensajes estériles. Lo que de verdad queda es que ha pasado una semana más del mes de enero y entre despedidas, bienvenidas y sonrojos en ruedas de prensa, la plantilla es la misma, sigue sin reforzarse.

A Vizcaíno, que tonto no es, siempre le he visto ese puntito de político populista en sus declaraciones. Por su parte, la política actual de este país se mueve entre el hooliganismo, el cortoplacismo de las decisiones efectistas y los giros según sople el viento de las encuestas o las redes sociales. Todo muy cadista parece, al menos en esta última semana.

'La hoja de ruta' es una expresión que gusta mucho a los políticos patrios. Como los ciclistas al principio de una etapa, que les dan el mapa de la ruta. La diferencia es que los ciclistas saben ver las pendientes y curvas de la carretera y los primeros en contadas ocasiones (si no es así, lo disimulan bien). El presidente no ha pronunciado esa 'maravillosa' expresión, pero ha deslizado que Sergio no es un parche, es un proyecto, lo que implica que hay un plan, una maldita 'hoja de ruta”.

No se cuál es, pero queda menos de medio mes de plazo en el mercado de fichajes y el equipo necesita auxilio en forma de fichajes. Sergio es buen entrenador, pero si un tío de cada cuatro centros tres los pone a la altura de la cadera, no hay nada que hacer. Contra el Sporting ahora, y en Albacete antes, quedó más que demostrado que igual la cosa no solo va de sistemas. El partido contra los asturianos fue para que los de Dazn llamaran al presidente para decirle que les debe dinero por televisar semejante castigo.

El tiempo apremia y la situación, por mucho que Vizcaíno quisiera transmitir tranquilidad en su última rueda de prensa, no está nada controlada. Ni en lo deportivo ni en lo institucional, porque el kilombo montado es grande y complicado de manejar. El tiempo, esa medida, hará que las aguas vayan por un cauce u otro. El cauce de la tranquilidad depende de que la pelota entre y los resultados lleguen, pero para eso parece que hay que traer refuerzos. Vizcaíno, ya vas tarde.