Carta a Sergio González

Lo primero que debes saber es que llegas a sentarte no a la derecha de Dios, sino en el sillón del Dios del cadismo en la historia reciente. Eso en cualquier banquillo es complicado, pero en Cádiz lo es más. Porque debes saber que aquí, cuando grandes autores del carnaval (ya lo irás conociendo) se llevan un uno, al año siguiente aunque sea un concurso nuevo no solo compiten contra los demás, sino contra su propio uno del año anterior. El Vera, más cadista que la pizarra donde se ponía antiguamente con tiza el once titular en la puerta del vestuario en Tribuna, puede dar fe.

Esto quiere decir que aunque vayas haciendo camino, de momento, competirás con Cervera y la pelotita y los resultados harán que puedas ser, al menos, discípulo. Es jodido pero es así. Tampoco te agobies.

Si miras las redes sociales verás que muchos cadistas se han despedido de su Dios con alguna foto hecha con él. Aunque parezca una pamplina, mira el trasfondo de esto. Tu antecesor además de por los resultados, gustaba porque estaba con la afición. No era difícil verlo al salir del Estadio, en algún sarao carnavalero, en definitiva, en la ciudad.

Aquí de siempre hemos visto a los jugadores, en su época más gloriosa de primera, tomarse una cerveza en el Bar La Escalerilla (no era pecado), a Ramón Blanco desayunando en el Bar Gol o a Mágico González (palabras mayores) corriendo por la plaza Pintor Clemente de Torres porque llegaba tarde al entreno. A estas alturas de la película no le voy a pedir a los jugadores que vivan en Cádiz, como ya tampoco pido defensas despeinados o botas negras, pero tú que llegas nuevo, hazlo.

No vayas a ser un cromo de élite que te vas a vivir fuera sin aparecer por la ciudad. Mama Cádiz, su gente, su filosofía, déjate ver una tarde de Lunes Santo viendo salir a la Viña, anda por el paseo marítimo, tómate una cerveza (que en Cádiz no es pecado eso para un futbolista), ve al Falla (aunque este año te pilla tarde), pasea por la ciudad. Conviértete en un tío cercano, igual que eres ahora mismo con la prensa, que es de agradecer.

No creas que contra el Español los pitos que puedas escuchar son contra ti porque no se te quiere. Aquí se quiere a Cervera. Tú de momento te lo tienes que ganar y eso depende de ti y del vestuario. De que en este bendito deporte la pelotita entre y nos veamos fuera del descenso. La empresa es jodida, pero tú eres un tío de fútbol y sabes que con tres victorias las caritas cambian. Cádiz es agradecida con su gente, por eso te diga que te conviertas en 'su gente'.

Tu suerte será la nuestra. Ojalá te vaya bien. Me alegraré por ti y por mí. Pero hazme caso, mama Cádiz, que además de conectar con la gente, te lo vas a pasar bien. Y nunca olvides que vienes a una ciudad donde su equipo es una religión, con todo lo que ello conlleva.