Cádiz CF

Un domingo perfecto para irse al cine

Vaya usted cogiendo la cartelera para disfrutar de dos horitas de desconexión en la tarde del domingo

El Cádiz CF se juega la permanencia en Primera. N. F.

Álvaro Mogollo

El Cádiz CF se juega este domingo la permanencia en Primera en un partido ante el Alavés que se antoja agónico. No tanto por el rival, que pese a estar descendido seguro que pondrá las cosas muy difíciles, sino porque los de Sergio llegan en puestos de descenso y obligatoriamente tendrán que mirar lo que sucede en otros estadios para saber si se cumple o no el objetivo.

Las cuentas no tienen mucha historia. El Cádiz CF debe sumar esta jornada un punto más que Mallorca o Granada para seguir un año más en la élite. El problema es que ambos contrincantes juegan ante equipos que tienen los deberes hechos hace tiempo como son Osasuna y Espanyol.

Sin embargo, en las ligas modernas de los fondos, los límites salariales y los ingresos variables, no es lo mismo quedar en una posición que en otra aunque no se baje ni se consiga pasaporte europeo. Eso hace que no dé igual quedar noveno, como va Osasuna, que decimoprimero, posición a la que podría caer en caso de perder ante el Mallorca en El Sadar. Casi dos millones de euros de diferencia. Y casi cuatro van entre el duodécimo puesto que puede ocupar el Espanyol si gana en Los Cármenes y el decimoquinto al que puede caer si pierde.

Motivos de peso, qué duda cabe. Pero francamente incomparables a la trascendencia de llegar o no a la orilla de la permanencia. En este tipo de partidos, lo normal es que gane el que tiene algo por lo que luchar en el plano deportivo. No siempre es así y el ejemplo está más que fresco con ese Levante 3-1 Alavés en el que unos ya desahuciados granotas mandaron a Segunda a los vitorianos. Pero eso no es solo aplicable a Mallorca y Granada. Más le vale al Cádiz CF empezar barriendo su propia casa antes que la del vecino. No vaya a ser que pinchen bermellones o nazaríes y se nos quede la cara 'partía' por no hacer los deberes en Mendizorroza.

Total, toca invocar las míticas salvaciones in extremis de los 80 y tempranos 90. Habrá quien dirá que esta se antoja incluso más sencilla que alguna que ya se dio. Es cierto. Y hay quien ya ha rescatado rencillas, antiguas y recientes, entre Osasuna y Mallorca para poner la maquinaria en marcha. También la unión del amor profesado por Michael Robinson a Pamplona y Cádiz, claro está. O el pasado glorioso de un niño perico como Sergio González, que levantó una Copa del Rey como jugador antes de ser entrenador espanyolista. Todo suma, imagino.

Mi padre, siendo aún estudiante en su exilio madrileño, en esas tardes en las que el Cádiz CF llegaba abrazado al abismo, no soportaba la presión y decidía irse al cine. Daba igual la película que fuera. Ojos que no ven, corazón que no siente. Si al llegar a su residencia no había llamada o encargo, se daba por hecho que no había habido lugar a la proeza. Si por contra lo paraban en la entrada para comentarle que lo había llamado su hermano, su primo o vaya usted a saber quién, era signo inequívoco de que el Cádiz CF había obrado el milagro.

Así que, si con el paso de la semana no se le aplacan los nervios ni con el pertinente bañito playero, ni con las noches de carnaval, ni siquiera con alguna que otra copita de manzanilla en la Feria de Sanlúcar, y teme el síncope, vaya usted cogiendo la cartelera para disfrutar de dos horitas de desconexión en la tarde del domingo. Le deseo fervorosamente que cuando encienda el móvil a eso de las 22.00, su terminal colapse de notificaciones de mensajes y llamadas perdidas. Será buena señal.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación