Mario Climent, luz en mitad de la oscuridad

La temporada en el Cádiz CF no está siendo especialmente ilusionante. Tan solo el tramo inicial con Garitano generó ciertas expectativas a la parroquia amarilla, que desde hace varias semanas viven con desánimo los compases finales de una competición en la que los amarillos no logran certificar la permanencia. Por eso, cualquier rayo de luz es bienvenido. Y ahí aparece Mario Climent.

El lateral alicantino fue una de las dos incorporaciones realizadas por el Cádiz en el mercado de invierno. Junto a Iker Recio, representan la nueva política de fichajes del club, que mira con fuerza a Primera Federación para reforzar la plantilla de cara al próximo curso. Con Climent el acierto es una realidad. Aprovechó su oportunidad tras la injusta sanción a Matos y, desde entonces, no ha soltado el lateral izquierdo.

Cierto es que en el aspecto defensivo cuenta con un amplio margen de mejora. En posicionamiento, en timing y en solidez. Pero en términos ofensivos es aire fresco para los de Gaizka Garitano. Valiente, con buena conducción y con facilidad para romper líneas. Además, posee una buenísima llegada, tal y como reflejan sus cifras de esta campaña. En 17 partidos, Mario Climent ha anotado tres tantos y ha ofrecido cuatro asistencias. La última, en una noche para el olvido en tierras cordobesas que Roger Martí cabeceó de forma magistral hacia la red.

Las cosas del fútbol. El Cádiz peleó hasta el final para que Matos pudiera estar en el importante duelo ante el Eldense y fue ahí cuando nació una estrella de futuro para los amarillos. La comprobación de que, si se hace correctamente, mirar al mercado de Primera Federación siempre será un acierto y jamás un error. A sus 23 años, el alicantino es una de las grandes ilusiones de la parroquia amarilla de cara al próximo curso. Algo de luz en mitad de una situación lúgubre.